Se estima que la producción petrolera de México aumentará de los 2,5 millones de barriles diarios actuales a los tres millones en 2018 y a los 3,5 millones en 2025.
Beijing. El presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, promulgó el 11 de agosto las leyes secundarias de la reforma energética, abriendo a las compañías privadas y al capital extranjero el acceso a la industria petrolera y eléctrica del país, que habían estado bajo monopolio estatal durante más de siete décadas.
La reforma energética mexicana abre nuevas posibilidades a China, teniendo en cuenta su gran y creciente demanda de hidrocarburos y las capacidades globales de sus empresas, apuntó el embajador mexicano en China, Julián Ventura, durante una conferencia de prensa celebrada el martes en Beijing.
Las firmas chinas podrán invertir conjuntamente o directamente a través de un contrato de utilidad compartida mediante la licitación pública en la exploración, extracción, refino y petroquímica, así como en el transporte y almacenamiento de petróleo y gas natural, que hasta ahora estaban reservados exclusivamente para la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Debido a la escasez de tecnologías avanzadas e inversiones, Pemex no puede acceder a los nuevos yacimientos de petróleo y gas natural no convencionales, lo que provocó la disminución de la producción de crudo de México, el décimo productor del mundo, durante la década pasada.
"Tanto México como China saben que para crecer, tienen que realizar reformas", añadió Ventura, destacando que los principales objetivos de la reforma energética son elevar la productividad del país, modernizar el sector energético y satisfacer la demanda del desarrollo actual y futuro de la economía azteca.
Se estima que la producción petrolera de México aumentará de los 2,5 millones de barriles diarios actuales a los tres millones en 2018 y a los 3,5 millones en 2025. Por su parte, la oferta de gas natural aumentará de los 5.700 millones de pies cúbicos diarios en la actualidad, a los 8.000 millones en 2018 y a los 10.400 millones en 2025.
Por el momento, algunas petroleras chinas han cooperado con Pemex. El embajador mexicano animó a más empresas del país asiático a participar en el sector energético de México, pero no sólo en petróleo y gas natural, sino también en electricidad y energías renovables en esta nueva etapa que se abre tras los cambios.
"La reforma energética mexicana abre una ventana para las empresas chinas", explicó Sun Hongbo, investigador del Instituto de Estudios sobre América Latina de la Asociación de Ciencias Sociales de China, a Xinhua.
Los líderes de China y México han expresado su voluntad de fortalecer la cooperación en materia energética durante sus encuentros en varias ocasiones, agregó Sun. Además, invertir en el sector energético mexicano concuerda con la exigencia del presidente chino, Xi Jinping, de construir un sistema de suministro diversificado tomando como referencia un abastecimiento seguro procedente de múltiples canales, señaló Sun.
El experto explicó que las compañías chinas tienen ventajas en la manufactura de equipos petroleros y la financiación, lo que satisfará la gran demanda de infraestructuras de México tras la reforma energética.
Por su lado, México también necesita inversores chinos para diversificar sus socios cooperativos, así como para disminuir la dependencia de Estados Unidos, indicó Sun.
Frente a las oportunidades, las firmas chinas no deben ignorar las desventajas, como el proteccionismo y la competencia, subrayó Sun, quien exhortó a los inversores chinos a adoptar una actitud pragmática y realizar una investigación y análisis amplios antes de invertir.
De acuerdo con el Programa Nacional de Infraestructuras 2014-2018, se invertirán US$600.000 millones en la construcción de equipamientos en México, que incluyen US$50.000 millones para 138 proyectos en el sector eléctrico y US$270.000 millones para 124 planes en el área de gas y petróleo, desglosó Ventura.
"Las oportunidades de negocios son abundantes, están sobre la base de igualdad y transparencia, y las perspectivas son muy brillantes", aseguró el diplomático.
"Con la reforma energética, esperamos que se fortalezca el ambiente de inversión y de negocios, y que se generen nuevas oportunidades tanto para México como para China. De tal manera que ambos sigan beneficiándose de las oportunidades que ofrece la intensa dinámica de la asociación estratégica integral entre México y China", concluyó Ventura.
Actualmente, China es el segundo socio comercial de México, y el país azteca es el segundo socio comercial del país asiático en América Latina. Según los datos aduaneros chinos, el volumen del comercio bilateral entre ambos alcanzó los US$39.217 millones en 2013.
