La operación en su conjunto supone el desembolso de 16.500 millones de reales brasileños (US$ 3.100 millones) para las tres operadoras, que terminarían controlando más del 90% del mercado móvil de Brasil.
El Tribunal del Consejo Administrativo de la Defensa Económica (CADE) de Brasil se reúne este miércoles para decidir sobre la aprobación de la compra de los activos móviles de Oi por parte de Telefónica, Claro (América Móvil) y TIM (Telecom Italia).
La operación en su conjunto supone el desembolso de 16.500 millones de reales brasileños (US$ 3.100 millones al cambio actual) para las tres operadoras, que terminarían controlando más del 90% del mercado móvil del país.
Pese a que el CADE emitió un informe preliminar que recomendaba aprobar con condiciones la transacción y la Autoridad Nacional de las Telecomunicaciones de Brasil (Anatel) ha dado 'luz verde' a la operación, un informe en contra de la Fiscalía Brasileña publicado esta semana podría impedir el visto bueno definitivo.
Dicho informe considera que la oferta conjunta de las tres operadoras es anticompetitiva y que podrían controlar el mercado de materializarse la transacción.
Las partes involucradas en la operación han reaccionado en contra de este informe en las últimas horas defendiendo la necesidad de la operación para la vendedora y la legalidad de la oferta, que se produjo en el marco de una subasta pública, ya que Oi está en fase de reorganización judicial.
El escenario tras la operación
De aprobarse la operación, Telefónica desembolsaría 5.500 millones de reales (US$ 1.000 millone) y se haría con 10,5 millones de clientes, 43 MHz de espectro y 2.700 emplazamientos de acceso móvil.
Por su parte, Claro desembolsaría 3.700 millones de reales (US$ 700 millones) para ganar 11,2 millones de clientes, mientras que Telecom Italia (TIM), abonaría 7.300 millones de reales (US$ 1.370 millones) para sumar 14,5 millones de líneas.
Así, la aprobación dejaría un mercado móvil brasileño liderado por Vivo, la marca de Telefónica en el país, con 92,7 millones de clientes, tomando como referencia para las tres operadoras los datos de cierre del tercer trimestre.
En segundo lugar se situaría Claro, con 80,4 millones de usuarios, y completaría el podio TIM, con 66,4 millones de líneas móviles.
Las condiciones propuestas
Las partes llegan a la sesión con una propuesta de condiciones centrada en el mercado mayorista donde el regulador ha exigido compromisos a los tres compradores para compartir la RAN y alquilar el espectro en las ciudades de menos de 100.000 habitantes a la competencia.
Asimismo, también tendrán que permitir acceso a sus redes mediante acuerdos de 'roaming' o de operador de red virtual móvil, lo que facilitará el acceso a la red a los operadores regionales.
Los 'remedies' propuestos no han sido acogidos con satisfacción por otras empresas del sector como Sercomtel, que ha exigido este martes más condiciones que impliquen la venta o cesión de activos comerciales y frecuencias para cuya compra se ha postulado.
Asimismo, Algar Telecom, operador presente en 16 estados del país con una red fija de fibra óptica y cables submarinos, ha reclamado mayores compromisos y obligaciones de apertura en el marco mayorista.
La firma ha insistido también en investigar, tal y como ha planteado la Fiscalía, si Telefónica, Tim y Claro pactaron e hicieron su oferta sin notificarla a CADE, lo que se conoce como 'Gun jumping'.
Este extremo ha sido negado por las partes, al considerar que la operación no implica la creación de un consorcio, sino que se trata de una oferta realizada en conjunto por tres empresas independientes que gestionarán de manera separada el resultado de la operación para cada una de ellas.