Los reguladores multaron a Batista con 300.000 reales (US$93.000) porque las respuestas a informes de medios sobre una adquisición de MPX Energia SA por parte de la alemana E.ON no eran lo suficientemente claras.
Río de Janeiro. El regulador de valores de Brasil multó el miércoles al ex multimillonario Eike Batista por 1,4 millones de reales (US$432.00) por no entregar información oportuna a los inversores sobre una compra y salida de la bolsa de compañías mientras su imperio EBX colapsaba.
Los reguladores multaron a Batista con 300.000 reales (US$93.000) porque las respuestas a informes de medios sobre una adquisición de MPX Energia SA por parte de la alemana E.ON no eran lo suficientemente claras. El nombre de MPX fue cambiado posteriormente a Eneva SA.
También aplicaron una multa de 500.000 reales porque no mantuvo al mercado adecuadamente informado sobre la salida de bolsa de su compañía de operaciones portuarias y bienes raíces LLX Logística SA.
Batista recibió otra multa de 300.000 reales por no informar de manera adecuada sobre la potencial salida de la bolsa de su compañía minera de carbón CCX Carvao do Colombia SA.
El millonario no asistió a la audiencia realizada en el auditorio del piso 34 de la Comisión de Valores Moviliarios (CVM) en Río de Janeiro.
El regulador también multó a José Gustavo de Souza Costa, ex presidente ejecutivo de CCX, con 200.000 reales por no informar a los inversores adecuada y oportunamente sobre su salida de la compañía. Otros funcionarios de MPX y LLX también fueron hallados culpables de no entregar información oportuna.
El abogado de Batista, Dawin Correa, dijo que apelaría a las decisiones y multas.
La mayoría de las quejas de la CVM se derivan del colapso en el 2013 del grupo EBX, que incluía a empresas de los sectores petrolero, energético, portuario, minero y de astilleros.
Los inversores han dicho que Batista vendió las acciones de sus compañías sin informar apropiadamente sobre las dificultades que redujeron el valor de las firmas EBX que cotizaban en la Bolsa de Sao Paulo a casi cero desde un máximo cercano a los 60.000 millones de dólares.
La queja sobre LLX se refiere a un evento del 2012.
Algunos inversores también se quejaron sobre las declaraciones públicas y mensajes en la red social Twitter por parte de Batista sobre que su empresa petrolera OGX Petróleo e Gas Participações SA brindaría buenos retornos, aún cuando incumplió sus metas de producción costa afuera.
Sólo seis meses después, OGX, ahora conocida como Oleo e Gas Participações SA, presentó la mayor solicitud de protección por bancarrota en la historia de América Latina. La empresa de astilleros OSX Brasil SA siguió poco después.
Batista también ha enfrentado un juicio en una corte criminal en Río de Janeiro por cargos de uso de información privilegiada. Aquellos cargos han sido suspendidos, después de que un juez en el caso fue hallado manejando un auto de lujo incautado y luego le regaló un piano confiscado a un vecino.
Batista dijo que se vio obligado a vender las acciones, a medida que el valor de los títulos de sus empresas se desplomaba, para pagar sus deudas con bancos y otros inversores.
El empresario, quien alguna vez fue el hombre más rico de Brasil, vio desaparecer casi por completo su fortuna de US$30.000 millones.