La negativa de los reguladores mexicanos a permitir que la telefónica Telmex, ligada al imperio de Carlos Slim, ofrezca televisión podría volverse un lastre para el recién consolidado conglomerado de telecomunicaciones del magnate mexicano, que se vería en problemas para evitar la fuga de clientes.
México DF. La negativa de los reguladores mexicanos a permitir que la telefónica Telmex ofrezca televisión podría volverse un lastre para el recién consolidado imperio de telecomunicaciones de Carlos Slim, que podría verse en problemas para evitar la fuga de clientes.
Telmex, la telefónica fija del millonario mexicano, ha estado perdiendo clientes durante años ante regulaciones que le impiden específicamente acceder al mercado de TV en México, un negocio vital para competir con rivales más pequeños.
"Dar TV es muy importante para Telmex porque si no, van a seguir perdiendo líneas", dijo Andrés Coello, analista de BBVA.
"Si Telmex no repunta va a ser una especie de ancla para el conglomerado", agregó.
El Gobierno quiere que Telmex reduzca las tarifas que cobra a otros operadores por transitar por su extensa red, antes de permitirle ofrecer servicios de televisión.
Un peso pesado regional. En junio, América Móvil, la mayor telefónica móvil de Latinoamérica, adquirió casi la totalidad de la empresa regional de telecomunicaciones Telmex Internacional y la mayoría accionaria de Telmex. Slim controla todas las empresas involucradas.
La consolidación creó un peso pesado regional que puede ahora combinar redes y servicios en otros países de Sudamérica como Brasil, y ahorrar millones de dólares en inversiones.
Slim ha dicho que no empaquetará productos de América Móvil y de Telmex en México, una decisión que posiblemente busca evitar más antagonismo con los reguladores del país.
En el resto de Sudamérica, la empresa consolidada podría comenzar pronto a ofrecer paquetes de servicios incluyendo teléfonos, internet y televisión, incrementando la competencia contra su principal rival regional, la española Telefónica.
En México, donde algunos críticos califican a Slim de ser un empresario monopolista que se hizo rico cobrando altas tarifas por el servicio telefónico, el Gobierno ha intentado por años nivelar el terreno de juego.
"Un plan de interconexión que garantice sobre todo un trato justo, equilibrado, no discriminatorio a todos los operadores es una condición indispensable para poder pensar que se puede otorgar un cambio en el título de concesión (de Telmex)", dijo recientemente el ahora ex jefe del regulador de telecomunicaciones, Cofetel, Héctor Osuna.
Competidores se adelantan. En tanto, la competencia de Slim ha ampliado sus ofertas.
El gigante de medios Televisa, un importante jugador en el mercado de TV de paga, ya ofrece paquetes de "triple play" que incluyen TV por cable, teléfono fijo e internet.
Recientemente, la firma ofreció comprar un 30% de la telefónica celular Nextel de México, de la estadounidense NII Holdings, para agregar telefonía móvil a su oferta.
Coello dijo que una vez que Televisa empiece a ofrecer móviles con sus paquetes "ahí puede ser cuando los inversionistas dejen de estar dispuestos a pagar un premio tan alto por América Móvil" en comparación con sus competidores.
Se prevé que Telefónica y Nextel de México ganen acceso a más espectro de transmisión en licitaciones que está llevando a cabo el Gobierno mexicano, que necesitan para mejorar sus servicios.
En la medida en que el negocio de Telmex se reduce, sus acciones han perdido valor, teniendo el peor desempeño del principal índice bursátil mexicano el año pasado.
Imperio. Slim, el hombre más rico del mundo, compró Telmex al Gobierno mexicano en 1990 y la convirtió en una máquina de hacer dinero desde la cual lanzó su imperio de comunicaciones.
La mayor competencia para Telmex viene de América Móvil -creada con los activos móviles de Telmex- pues los mexicanos han comenzado a cambiar sus teléfonos fijos por celulares.
Sin embargo, la telefónica aún opera el 80% del mercado de líneas fijas de México, mientras que América Móvil tiene el 70% del de celulares.
Las compañías de Slim no son dominantes en otros países como Brasil, Argentina y Chile, y son menos vigiladas por los reguladores. El propio Slim ha protestado porque "estamos en 18 países y en 17 no tenemos ningún problema jurídico".
Pero algunos analistas creen que mientras el empaquetamiento de servicios de TV y telefonía ha sido necesario para que empresas como Verizon y AT&T conserven a sus clientes en Estados Unidos, el caso puede ser distinto para Slim.
"Si eres Slim, el video puede no ser tan importante porque tienes esas enormes participaciones en el mercado de telecomunicaciones", dijo Christopher King, analista de Stifel Nicolaus.
"Una vez que tienes que pagar por programación y por los costos de construir una red (...) las matemáticas podrían simplemente no estar allí", agregó.