Fuentes del sector habían pronosticado desertores debido a los bajos precios del petróleo y el porcentaje de regalías ofertado inicialmente.
Seis de los ganadores de las 25 áreas contractuales de licencia para exploración y producción de hidrocarburos en campos terrestres de la tercera fase de la Ronda Uno mexicana renunciaron a la firma de los contratos, reduciendo de 55,2 a 47,7% la regalía promedio para el Estado por la operación de estos campos, en los cuales la inversión esperada para los próximos 25 años se redujo 10%, situándose en US$989 millones, mientras que la producción adicional para el país por estos contratos bajó de 77.000 a 61.000 millones de barriles de petróleo crudo equivalente.
Como lo habían pronosticado diversas fuentes del sector, dados los bajos precios del petróleo y el porcentaje de regalías ofertado inicialmente —de 63% en promedio— no se firmaron todos los contratos adjudicados, de manera que las mexicanas Geo Estratos, en consorcio con Geo Estratos Mxoil; Strata Campos Maduros, y Sarreal, no presentaron las garantías de crédito solicitadas para avalar su solvencia económica para la operación de estos campos y, por tanto, desistieron del proceso.
“Los contratos no fueron suscritos por causas imputables a los licitantes que no entregaron garantías de cumplimiento o corporativas”, explicó Juan Carlos Zepeda, presidente de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), “por tanto, se ejercerán las garantías de seriedad por US$390.000, que serán entregadas en los próximos dos días al Fondo Mexicano del Petróleo, y se notificará a la Secretaría de la Función Pública para que defina si se llevará a cabo algún procedimiento al respecto”.
Segundos lugares, obligados. Geo Estratos y Geo Estratos Mxoil ganaron en diciembre pasado la adjudicación de cuatro campos: Pontón, con 61,5% de regalía adicional; Tecolutla, con 68,4%; La Laja, con 66,3%, y Paso de Oro, con 67,6%, pero al no presentar este respaldo, deberá pagar a la Comisión Nacional de Hidrocarburos una penalización establecida como garantía de seriedad de US$65.000 por contrato. Así, las firmas Renaissance Oil, Tonalli Energía, el consorcio encabezado por Ingeniería, Construcciones y Equipos Conequipos y Servicios de Extracción Petrolera Lifting, que quedaron en segundo lugar, están obligadas a constituir compañías para la operación de estos campos y en 150 días deberán presentar las garantías de solvencia o se harán acreedores a la misma sanción económica por campo, y entonces se declarará desierta la licitación y las áreas se incluirán en rondas posteriores.
Por otra parte, la también mexicana Sarreal, que opera desde Reynosa en la provisión de servicios como bombeo, ingeniería de pozos y electrificación para Pemex, Repsol, Schlumberger y Química Apollo, entre otras, renunció a su único campo adjudicado: el gasífero San Bernardo, ubicado en Nuevo León, por el cual había ofertado una garantía adicional de 10,5% para el área de 28,5 kilómetros cuadrados. Igualmente pagará US$65.000 de penalización, y el segundo lugar, Strata Campos Maduros, deberá firmar el contrato en el mismo lapso, aunque esta segunda empresa ya de por sí renunció a uno de los tres contratos que había ganado.
Strata Campos Maduros, con sede en San Pedro Garza García, Nuevo León, que cuenta con operaciones terrestres en Eagle Ford y el condado de Gonzales en Texas, desistió a la firma de uno de los tres contratos que ganó: el del campo gasífero Ricos de 23 kilómetros cuadrados, en Tamaulipas, por el cual ofertó 41,5% de regalía adicional. Con ello, el segundo lugar, un consorcio encabezado por la mexicana Steel Services, deberá firmar el contrato.
En todos los casos la regalía para el Estado se reduce por lo menos a la mitad, si los ganadores del segundo lugar firman el contrato.
Bloques terrestres: invertirán en campos US989 millones. Luego de la adjudicación de 100% de los contratos licitados en la tercera fase de la Ronda Uno, sólo 19 de las licencias fueron firmadas entre 12 contratistas distintos que constituyeron 15 empresas mexicanas para la operación de estos campos terrestres, que invertirán US$989 millones en los próximos 25 años.
Así, la canadiense Renaissance Oil operará tres campos en una superficie de 73 kilómetros cuadrados, con regalías para el Estado que van desde 64 hasta 79% del valor de la producción; en tanto, las mexicanas Strata Campos Maduros, Diavaz Offshore, Compañía Petrolera Perseus, Grupo Diarqco y Consorcio Manufacturero Mexicano firmaron cada una dos contratos, con regalías de entre 89% y 10,6% para el Estado.
Las empresas que se constituyeron con razones sociales para operar un solo campo fueron los consorcios comandados por Sistemas Integrales de Compresión, Grupo R, Construcciones y Servicios Industriales Globales y Roma Energy Holdings, mientras que la mexicana cuyo accionista principal es Cotemar, Lifting, y la holandesa Canamex Dutch, que tiene como socio a Perfolat, también firmaron un contrato.
