El avance del precio futuro del cobre, que lo llevó a un nuevo récord, podría estancarse en las próximas semanas, ya que los consumidores físicos, reticentes a seguir la escalada de los valores, usarían el superávit de existencias chinas antes de regresar al mercado al contado.
Londres. El avance del precio futuro del cobre, que lo llevó a un nuevo récord, podría estancarse en las próximas semanas ya que los consumidores físicos, reticentes a seguir la escalada de los valores, usarían el superávit de existencias chinas antes de regresar al mercado al contado.
Los futuros en máximos históricos no reflejan la situación del mercado físico y se desinflarán ya que las compras de los consumidores chinos que regresan esta semana de los festivos del Año Nuevo Lunar probablemente se reduzcan a las necesidades básicas, dijeron operadores.
Pero a largo plazo, el panorama para el suministro de cobre sigue ajustado.
"A corto plazo, el mercado físico realmente no justifica estos niveles de precios (para los futuros), y como tal, los precios (futuros) del cobre son vulnerables a una ola de ventas", dijo el analista Leon Westgate de Standard Bank.
El cobre para entrega en tres meses en la Bolsa de Metales de Londres (LME, por sus siglas en inglés) ha subido algo más del 60 por ciento desde junio, con lo que llegó al máximo histórico de US$10.160 la tonelada el lunes. El metal, usado en la energía y la construcción, se negociaba a US$9.970 el miércoles.
"El cobre está en el medio de un tira y afloja", dijo Westgate.
"Está el mercado físico, que está pesando sobre los precios, y está el mercado de futuros, que mira otros factores como la liquidez, la política fiscal muy expansiva en Estados Unidos, números (macroeconómicos) sólidos en Estados Unidos, y hay una pequeña batalla" entre ambas perspectivas, dijo.
No obstante, a largo plazo el mercado del cobre sigue apuntalado por el riesgo de una escasez crónica de suministro, a medida que la expansión y la creciente demanda en China, Estados Unidos, India e incluso Europa exceden la capacidad de las mineras para abastecer el metal.
Para este año se prevé que el mercado del cobre tenga un déficit de 444.000 toneladas, y la brecha se extendería al 2012, de acuerdo con un sondeo de Reutes entre analistas publicado el mes pasado.
La demanda moribunda y los crecientes inventarios, tanto dentro como fuera de los mercados, han llevado a una caída de las primas por el metal en Asia y Europa y apuntan a una demanda industrial anémica en el corto plazo.
En los depósitos de la LME en zonas francas, las existencias de cobre han mostrado una tendencia creciente desde mediados de diciembre mientras que los inventarios en el mercado de futuros de Shanghai han subido unos dos quintos en los últimos cuatro meses.
"Cada vez más frecuentemente hay que defender el caso de que China está en una buena posición con sus inventarios domésticos y que podrían no tener que volver al mercado con la misma agresividad que implica un cobre a US$10.000 por tonelada", dijo el analista Michael Jansen, de JP Morgan.