Monte dei Paschi, el tercer banco más grande del país, solo tiene financiación para otros cuatro meses.
Un rescate estatal al banco italiano Monte dei Paschi di Siena podría llevar hasta tres meses, según publicó un diario el jueves, mientras se prevé que el prestamista más antiguo del mundo dé por fracasado su propio plan de rescate y pida ayuda a Roma.
Monte dei Paschi, el tercer banco más grande del país, solo tiene financiación para otros cuatro meses y se arriesga a ser desmantelado por los reguladores europeos si no es capaz de deshacerse de una montaña de préstamos incobrables y captar 5.000 millones de euros en nuevo capital.
Un fracaso como este sacudiría los cimientos de la industria bancaria de Italia, la cuarta potencia de la zonaeuro, que tiene un tercio de la deuda incobrable del bloque. También podría llevar a una rebaja de la calificación crediticia soberana y suponer un duro golpe para el euro.
El nuevo Gobierno italiano, conformado hace solo 10 días, está dispuesto a organizar un rescate este jueves o viernes, después de que Monte dei Paschi anunciara que no ha logrado encontrar un inversor principal para su plan de rescate, confirmando así informaciones de Reuters.
El diario financiero italiano Il Sole 24 Ore dijo que el plan de rescate podría llevar entre dos y tres meses, empezando con una garantía gubernamental de los préstamos propios de Monte dei Paschi para asegurar que no se queda sin liquidez. El banco también ha estado perdiendo un gran volumen de depósitos.
Monte dei Paschi, afectado por adquisiciones imprudentes y su incapacidad de lidiar con deuda de mala calidad acumulada durante la crisis financiera global, dijo esta semana que se quedaría sin liquidez en cuatro meses. Días antes había estimado que le quedaban todavía 11 meses.
Según el plan de rescate, una garantía ganaría tiempo para que el gobierno del primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, asegure la aprobación del Banco Central Europeo y las autoridades comunitarias, informó Il Sole.
Los planes de Roma tendrían que cumplir la norma de la Unión Europea de que los inversores privados sufran pérdidas antes de que puedan usarse fondos de los contribuyentes para salvar al banco, una cuestión políticamente explosiva, pues unos 40.000 inversores minoristas tienen bonos de Monte dei Paschi.