De existir en Venezuela los 11 billones de pies cúbicos en reservas estimadas de gas de esquisto, como lo revela un informe publicado por el Departamento de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA), no tendrían mayor valor comercial, pues es un volumen muy bajo para pensar en un desarrollo.
De existir en Venezuela los 11 billones de pies cúbicos en reservas estimadas de gas de esquisto, como lo revela un informe publicado por el Departamento de Información de Energía de los Estados Unidos (EIA), no tendrían mayor valor comercial, pues es un volumen muy bajo para pensar en un desarrollo.
Comenta el especialista en la materia, Diego González, que estas son simples aproximaciones sobre este tipo de gas no convencional en el país, explicadas en el informe básicamente por la formación geológica La Luna, en la cuenca de Maracaibo, que es donde se originó el petróleo y suponen quedó atrapado el gas en lutitas o esquistos. Pero desconoce la existencia de alguna investigación venezolana al respecto.
No obstante, González señala que pese a lo preliminar de la data sobre el tema, el país no requiere de la explotación de ese gas atrapado en piedras, pues se tienen enormes volúmenes de reservas de gas natural convencional que no han sido explotadas.
"En primer lugar, la formación geológica La Luna es muy compleja y requeriría de enormes inversiones; y segundo, estamos entre los primeros países con reservas de gas natural convencional. Debemos explotar el gas asociado al petróleo, y acelerar los proyectos de gas libre (no asociado al crudo), que en fase exploratoria están dando interesantes niveles de reservas, como el caso del pozo Perla, en el proyecto costa afuera Rafael Urdaneta, en el Golfo de Venezuela, cuyo hallazgo incorporó a las estimaciones de reservas unos 15 billones de pies cúbicos", dijo González.
El documento publicado por la EIA se basa en la cartografía regional y análisis de datos geológicos disponibles de Maracaibo y las cuencas del Catatumbo.
Se señala que Venezuela posee la zona con mejor prospección sobre el gas de esquisto en el norte de América del Sur. Una alta proporción de estas dos cuencas contiene lutitas, pero lucen como áreas inmaduras para la generación de gas o demasiado profundas para la exploración y producción (más de 5.000 metros).
Pese a esto, Venezuela queda muy por debajo de Argentina y Brasil en cuanto a reservas. La primera nación promete reservorios técnicamente recuperables de 774 billones de pies cúbicos de gas de esquisto, mientras que su vecino carioca gira en torno a 226 billones de pies cúbicos de gas. De hecho, Venezuela queda por debajo de todos los países de la región, como Chile, Colombia, Uruguay, Paraguay y Bolivia.
Destaca el informe que para Venezuela se estiman reservas en sitio de gas de esquisto de unos 42 billones de pies cúbicos, procedentes en su totalidad de la formación La Luna de la cuenca de Maracaibo, de los cuales se suponen recuperables unos 11 billones de pies cúbicos, escasamente.
El informe sugiere que el reservorio de gas lutita en Venezuela no tiene comparación con los volúmenes probados de gas natural convencional, que suman cerca de 200 billones de pies cúbicos, de los cuales 90% están asociados a la producción de petróleo.
"Por otra parte, se tiene que 70% de la producción de gas natural no se comercializa, sino que se reinyecta para la extracción de crudo", reseña el documento.
Sin base científica. Por su parte, el geólogo y ex presidente de la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, Aníbal Martínez, se muestra escéptico ante el descubrimiento de las lutitas gasíferas. Considera que las cifras que se muestran sobre el tema tienen muy poca base científica, y califica de conmoción "no profesional" la ligereza con la que manejan los datos a escala mundial.
El académico señala que en el país se desconoce la existencia de estos yacimientos. Está seguro de que "hasta ahora en ningún congreso geológico, en ningún boletín serio, como el boletín de la Sociedad Venezolana de Geólogos o de la Sociedad de Ingenieros de Petróleo o algún otro, se ha publicado una estimación acabada sobre el tema de las lutitas gasíferas en el país".
Investigación. El informe que la EIA cuelga en su portal web pertenece a la Advanced Resources International (ARI), una empresa de investigación y consultoría que presta servicios relacionados con el gas no convencional.
La ARI elabora su informe sobre una investigación hecha en 32 países e incluye a modo comparativo el desarrollo del gas de lutita o esquisto en Estados Unidos.
Aunque las estimaciones de recursos de gas de esquisto con toda seguridad cambiarán con el tiempo, el informe muestra que los volúmenes con los que cuenta la comunidad internacional son "enormes".
La proyección inicial de recursos de gas técnicamente recuperables en los 32 países examinados suma 5.760 billones de pies cúbicos, y si al cálculo se agregan las reservas de Estados Unidos, que ascienden a 862 billones de pies cúbicos, el total mundial de ese insumo, también conocido como gas pizarra, asciende a 6.622 billones de pies cúbicos.
"Para poner esta estimación de recursos de gas de esquisto en perspectiva, tenemos que las reservas mundiales probadas de gas natural al 1° de enero de 2010 son de alrededor de 6.609 billones de pies cúbicos, y que los recursos de gas técnicamente recuperables en el mundo se elevan a 16.000 billones de pies cúbicos, entre los que se incluyen inferencias, reservas probables y estimaciones, en gran parte sin gas de esquisto", reseña el informe.
En este sentido, los recursos de gas de esquisto, sumados a los de gas convencional aumentan el total de reservas mundiales de gas técnicamente recuperable a 22.600 billones de pies cúbicos, lo que evidencia una participación del gas de esquisto o pizarra de 40% en la producción futura de este recurso energético.
La ARI abarcó 14 regiones y 32 países en su estudio: Canadá, México, Colombia, Venezuela, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Argelia, Túnez, Libia, Marruecos, Mauritania, Sahara Occidental, Sudáfrica, Francia, Alemania, Países Bajos, Noruega, Dinamarca, Suecia, Reino Unido, Polonia, Ucrania, Lituania y otros países del este de Europa.
Las grandes en el negocio. Este gas, cuyo potencial es conocido desde hace unas tres a cuatro décadas, mantiene a las grandes transnacionales petroleras y gasíferas tras su rastro, y esparcidas por todo el mundo, pese a haberlo desestimado en un principio. ExxonMobil, Shell, ConocoPhillips, Lane Energy, Chevron y un enorme grupo de empresas geológicas se disputan espacios para explorarlo y explotarlo.
Según los geólogos, hay más de 688 reservorios de lutitas en todo el mundo en 142 cuencas. Pero solo unas pocas docenas de estas pizarras están identificadas, y en su mayoría, están en América del Norte. Esto significa que hay literalmente cientos de formaciones de esquisto en todo el mundo que podrían producir gas natural.
Se piensa que a futuro este gas producirá un cambio significativo en los mercados.
Sin embargo, en la actualidad, el rubro gasífero atraviesa sus bemoles, ya que los precios se mantienen deprimidos luego de que se desplomaran tras la crisis financiera de 2008. Este factor resulta un ruido para muchos de los proyectos bien sean de gas convencional o no.
Pese a ello, en Estados Unidos las grandes petroleras están apostando al riesgo, han adquirido empresas y se han fusionado para explotar el gas en piedras.
En 2010, la producción de gas de esquisto llegó a 4,87 billones de pies cúbicos (23% de la producción total de gas natural de esa nación), en comparación con los 0,39 billones de pies cúbicos reportados en el año 2000.