La posibilidad ha entusiasmado a empresarios locales, que ven enorme impacto para la economía basada en la pesca y el turismo, pero la población está ansiosa de poder evitar un conflicto con Argentina.
Puerto Argentino, islas Malvinas. Un potencial hallazgo de crudo cerca de las remotas Islas Malvinas ha dado esperanzas a sus residentes de que habrá un auge económico, pero están ansiosos de poder mantener su vida tranquila y evitar un conflicto con Argentina, que reclama a Gran Bretaña la soberanía del archipiélago.
La petrolera británica Rockhopper Exploration dijo este mes que encontró crudo de alta calidad al norte del ventoso archipiélago ubicado en el sur del océano Atlántico, pero que se necesita explorar en el futuro para confirmar si se trata de un descubrimiento de tipo comercial.
En el pasado, las exploraciones levantaron las expectativas a los casi 3.000 residentes de las islas, pero no se llegó a producir crudo en la región.
Pero el nuevo potencial ha entusiasmado a empresarios locales, que ven enorme impacto para la economía basada en la pesca y el turismo.
"Yo creo que será transformador (...) tan sólo su gran escala es enorme sobre su economía", dijo el presidente de la Cámara de Comercio de las Islas Malvinas, Roger Spink, quien dirige una firma con acciones en otra compañía exploradora de crudo.
Una evaluación de impacto preparada para las Islas Malvinas durante exploraciones petroleras en la década de 1990 pronosticó que la población de ellas podría duplicarse si se encuentran grandes cantidades de crudo.
Spink y otros anticiparon que los residentes tendrán que esforzarse en mantener su tranquilo estilo de vida en el pequeño Puerto Argentino y en las fincas dispersas en las dos principales islas.
También están preocupados sobre el aumento de tensiones con Argentina, que ha prometido bloquear la perforación petrolera en las islas.
En 1982, Argentina se retiró de las islas tras dos meses de guerra con fuerzas británicas que causaron la muerte de 900 soldados, pero ha seguido reclamando la soberanía del territorio.
Los residentes de las Islas Malvinas hablan inglés y desean que las islas sigan en manos británicas -están protegidas con militares británicos en una base naval- pero dicen que desean discutir el compartir oportunidades de negocios.
"Estamos deseosos, por supuesto, de hablar con Argentina sobre muchos temas como el impacto de la pesca y potenciales (...) extensas reservas de hidrocarburos", dijo Emma Edwards, un miembro de la asamblea legislativa de la isla.
Las islas están a unos 640 kilómetros de distancia de la costa argentina, que ahora exige permisos especiales para cualquier embarcación que viaje a Malvinas desde sus puertos. La idea sería complicar la logística para cualquier explorador petrolero.
Preocupación ambiental. Otros están preocupados por la vida natural, incluyendo las más grandes poblaciones mundiales de pingüinos y aves marinas, así como invertebrados marinos únicos en las pequeñas islas que componen el archipiélago.
"Por supuesto hay un sensible medio ambiente aquí, una muy rica biodiversidad y creo que es muy importante de que como desarrollo (petrolero), o si proceden desarrollos, se necesita ser muy considerado del ambiente y de la vida salvaje", dijo Craig Dockrill, presidente ejecutivo del organismo regulador de la conservación de Malvinas.
Ante el enorme derrame de crudo que hay en el Golfo de México, grupos conservacionistas dicen que las Malvinas -donde no hay universidades- no podrían manejar un rescate ambiental si tuvieran que enfrentarse a un derrame.
Grupos conservadores dicen que las islas tienen capacidad de sólo manejar 20 pingüinos contaminados de crudo, por lo que se necesitaría comprar enormes cantidades de suministros de emergencia y crear planes de contingencia para llevar rescatistas si ocurre un gran derrame.
Buena parte de la economía de las Malvinas se basa en el turismo vinculado a la observación de la vida salvaje.
"Las Malvinas siempre han considerado el ambiente como una instancia muy importante", dijo Edwards.