El sistema buscaría usar un tope sobre emisiones de carbono para aumentar la eficiencia energética y estimular el uso de alternativas como la energía solar y eólica, dijo Suzana Kahn, subsecretaria de Medioambiente del estado de Río de Janeiro.
El estado brasileño de Río de Janeiro está estudiando la creación de un mercado de carbono que podría comenzar a funcionar en el 2012, un esfuerzo para llevar al país más grande de Sudamérica hacia una economía más ecológica.
El sistema buscaría usar tope sobre emisiones de carbono para aumentar la eficiencia energética y estimular el uso de alternativas como la energía solar y eólica, dijo en una entrevista la semana pasada Suzana Kahn, subsecretaria de Medioambiente del estado de Río de Janeiro.
Brasil, el decimoséptimo mayor emisor mundial de gases de efecto invernadero, está mudando sus esfuerzos climáticos hacia la industria luego de su reciente éxito en reducir la deforestación en la zona amazónica, la mayor fuente de emisiones de carbono del país.
Pero la propuesta de Río, que coincidiría con el comienzo del próximo año de un mercado de carbono en California, podría aumentar los costos y reducir la competitividad de empresas con sede en Río de Janeiro en industrias como el petróleo y el acero.
"Estamos analizando otros esquemas como el Protocolo de Kioto o lo que se ha hecho en el Reino Unido; la idea es 'tropicalizar' lo que ya se ha hecho", dijo Kahn.
"Es una propuesta preliminar que se está discutiendo con otras agencias involucradas", agregó.
Las operaciones estarían restringidas inicialmente a un limitado grupo de sectores o empresas, con créditos de emisión negociándose en la Bolsa de Valores de Sao Paulo, dijo Kahn, quien representó a Brasil en las negociaciones sobre clima en Copenhague en el 2009.
Estudios. El gobierno de Brasil no tiene un mercado del carbono instaurado a nivel nacional, aunque, junto al estado de Sao Paulo, ha creado una meta para reducir futuras emisiones.
Las autoridades medioambientales están realizando estudios para determinar qué sectores podrían participar y cómo determinar un tope apropiado para las emisiones, que serían parte de un esfuerzo más amplio para expandir industrias de bajo impacto, como ecoturismo, afirmó Kahn.
Aunque Río es conocido por su belleza natural, incluyendo playas tropicales y pintorescas montañas, también es hogar de industrias con un considerable impacto ambiental.
Entre ellas destacan la acería Companhia Siderúrgica Nacional (CSN) y la acería CSA, una empresa conjunta entre la alemana Thyssenkrupp y el gigante minero brasileño Vale.
La petrolera estatal Petrobras extrae la mayor parte de su petróleo de aguas superficiales costa afuera. La firma está buscando limitar su impacto climático mediante la captura del dióxido de carbono (CO2) contenido en reservas costa afuera y almacenándolo bajo la superficie del océano.
Colocar un precio a las emisiones de carbono podrían aumentar los costos en un país que ya lucha por permanecer competitivo ante una moneda valorizada, que hace a las exportaciones menos competitivas.