El ministro de Industria, Corrado Passera, afirmó que "vamos a hacer todo lo posible para asegurarnos de que los compromisos de Fiat para con Italia sean honrados".
El gobierno italiano está pidiendo a Fiat que aclare su compromiso con el país luego de que el fabricante de automóviles reiterara que su millonario plan de inversión a escala doméstica no debería ser interpretado como una garantía absoluta.
El pedido del ministro de Industria, Corrado Passera, y la ministra de Bienestar, Elsa Fornero, ocurre tras las críticas contra el grupo industrial más grande de Italia por parte de sindicatos e importantes empresarios nacionales tras el cambio de posición de Fiat el pasado jueves.
"Es correcto, importante y urgente que (Fiat) de una clarificación al mercado y al pueblo italiano", dijo Passera el sábado a periodistas. "Vamos a hacer todo lo posible para asegurarnos de que los compromisos de Fiat para con Italia sean honrados", agregó.
El presidente ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, lanzó el plan "Fabbrica Italia" en el 2010, prometiendo invertir 20.000 millones de euros (US$26.300 millones) en Fiat y su empresa hermana Fiat Industrial en los próximos cinco años a cambio de, entre otras cosas, reglas laborales más flexibles en sus plantas italianas.
Fiat, que controla el grupo estadounidense de autos Chrysler, dijo este jueves que las desfavorables condiciones de mercado hacen poco realista el hecho de que su proyecto original se mantuviera sin modificaciones, desatando una tormenta política en Italia, el principal mercado de Fiat.
"Debemos hablar sobre el futuro de Fiat ya que esto no solo preocupa a sus accionistas sino también a muchos de sus empleados, sus familias y al Gobierno mismo", señaló Fornero.
Una fuente del Gobierno dijo este domingo a Reuters que aún no se había acordado ninguna fecha para una reunión entre Passera y Marchionne.
Fiat ya dijo en octubre del año pasado que ya no usaría el término Fabbrica Italia porque estaba siendo interpretado como un absoluto compromiso de parte de la compañía.
Pero sindicatos y el Gobierno se irritaron cuando el fabricante de autos repitió que el plan no era definitivo en un tiempo de incertidumbre respecto a si Fiat puede cerrar algunas de sus plantas italianas.
"La realidad es que fue una iniciativa voluntaria sin exigencias o condiciones previas de financiamiento público", manifestó Fiat el jueves, remarcando cómo han cambiado las condiciones de mercado desde que el plan fue anunciado por primera vez, con ventas de Fiat en Italia cayendo a niveles que no se veían desde los años 70'.
Fiat también dijo que daría información sobre planes de productos y distribución de la producción cuando publique sus resultados en octubre.