El lunes, dijo que el pesimismo en torno a Petrobras era sobredimensionado y que el reciente desplome de sus acciones era exagerado.
Brasilia. La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, dijo este lunes que no está planeando reemplazar a la presidenta ejecutiva de la petrolera estatal Petrobras, argumentando que no ve evidencia de que la plana directiva estuviera involucrada en un escándalo de corrupción en la compañía.
En un desayuno de fin de año con la prensa en Brasilia, Rousseff también dijo que tomará medidas "drásticas" en 2015 para volver a encarrilar a la economía de Brasil y manifestó su confianza en un repunte, sin importar cómo se desempeñe la economía global.
La mandataria fue evasiva a la hora de detallar las medidas, aunque desestimó especulaciones de que elevaría los impuestos para mejorar las finanzas del gobierno.
El creciente escándalo de Petrobras ha opacado el debate sobre qué medidas económicas tomará Rousseff cuando jure para su segundo mandato el 1 de enero, y ha dominado la agenda de la presidenta en las últimas semanas.
La situación de Petrobras ha obligado a Rousseff a revisar sus designaciones al gabinete para evitar escoger a alguien que se haya visto envuelto en el escándalo.
El lunes, dijo que el pesimismo en torno a Petrobras era sobredimensionado y que el reciente desplome de sus acciones era exagerado.
Los títulos de Petrobras han perdido cerca de un 24% desde que la policía arrestó el mes pasado a un segundo ex director de la compañía y a decenas de ejecutivos de empresas de ingeniería y construcción acusados de pagar sobornos y de sacar dinero a partir de contratos con sobrecostos.
Las acciones de Petrobras frenaron sus ganancias tras los comentarios de Rousseff.
Rousseff se ha visto bajo presión para reemplazar a la presidenta ejecutiva de Petrobras, Maria das Graças Foster, quien ha ofrecido renunciar a su cargo.
Sin embargo, Rousseff declaró que apoya a Foster, pese a una reciente acusación de un ex administrador de la compañía de que la ejecutiva sabía sobre los contratos con sobrecostos.
"No veo ningún indicio de irregularidades en el directorio actual de Petrobras", declaró la mandataria, que además rechazó la sugerencia de que mantener a Foster en el cargo minaría la credibilidad de Petrobras.
Rousseff, quien fue presidenta del directorio de Petrobras durante siete años hasta el 2010, cuando tuvo lugar buena parte de la supuesta corrupción, afirmó que era "simplista" afirmar que la alta gerencia de la compañía sabía sobre el esquema de sobornos.
También afirmó que Petrobras continúa bien posicionada para soportar una caída de los precios del petróleo y que tiene suficiente dinero para operar en 2015 sin tener que recurrir a los mercados internacionales de capital.
La compañía no puede emitir nueva deuda hasta que publique sus resultados del tercer trimestre, que fueron retrasados luego de que auditores de PriceWaterhouseCoopers se rehusaron a certificarlos debido al escándalo de corrupción.