Safran, que fabrica motores para aviones, gafas protectoras militares y equipamiento de seguridad, dijo que los accionistas de L-1 obtendrían US$12 por acción en efectivo por el acuerdo.
París. La francesa Safran reveló un acuerdo por US$1.100 millones para comprar L-1 Identity Solutions y su negocio central de identidad biométrica, en una medida que también extenderá el alcance de BAE Systems en Estados Unidos.
Safran, que fabrica motores para aviones, gafas protectoras militares y equipamiento de seguridad, dijo que los accionistas de L-1 obtendrían US$12 por acción en efectivo por el acuerdo, el cual vería a los activos de la empresa de seguridad dividirse entre dos compradores europeos.
El movimiento es la última señal de que las firmas de seguridad y defensa de segundo piso están siendo arrebatadas por los proveedores tradicionales de armas.
Debido a que los principales contratistas enfrentan abruptos recortes en los presupuestos de defensa, están apuntando de manera constante a actores más pequeños con nichos de tecnología en ciberseguridad, vigilancia e inteligencia.
En una transacción coreografiada cuidadosamente, la cual otorga a los accionistas de L-1 más de los 11 dólares por acción más o menos que esperaban los analistas, L-1 acordó vender su negocio de servicios de consultoría al gobierno primero a BAE Systems Plc por US$296 millones.
Si los accionistas de L-1 respaldan el acuerdo, Safran, controlada por el estado, conprará entonces todo L-1 junto a sus negocios remanentes de biométricas e identidad por US$1.090 millones en efectivo.
"Las grandes cosas aparecen a un precio justificado," dijo el director de finanzas de Safran Ross McInnes en una conferencia telefónica.
Los términos financieros y la identidad del co-comprador fueron anunciados el lunes, después que fueran reportados los acuerdos por Reuters.
Fuentes señalaron el domingo que BAE Systems había salido como el sorpresivo principal candidato por el negocio de consultoría de L-1, el cual había sido cortejado en primera instancia por tres firmas de seguridad de Estados Unidos.
Los productos de reconocimiento de rostro y otros de biométrica de L-1 son usados por las agencias del gobierno para mejorar la seguridad y la gerencia de las fronteras, y comercialmente en instituciones financieras.
El uso de la biométrica se ha generalizado alrededor del mundo, debido en parte a los crecientes temores sobre la seguridad, aunque las preocupaciones sobre la privacidad han presentado una barrera a su adopción en algunos mercados.
Safran dijo que estaba confiado en ganar la aprobación de los reguladores de Estados Unidos, debido a su base industrial existente en Estados Unidos, la cual tiene en un emprendimiento conjunto con General Electric.
Los dos grupos son los dueños de CFM International, el fabricante de motores civiles más grande del mundo.
Las acciones de L-1 cerraron el viernes en US$9,70 cada una, valuando al grupo en cerca de US$900 millones.
L-1 dijo que esperaba que los acuerdos cerraran en el primer trimestre el 2011, y que su directorio los hubiera aprobado.