El director de la planta vidriera con sede en Cuautla, Morelos, Juan José Vilatela, detalló que en la licitación que lanzó la armadora alemana también participaron firmas de Estados Unidos, Japón y México.
Puebla, Pue. ElEconomista.com.mx. Con una inversión por 20 millones de euros, la empresa fabricante de vidrio Saint-Gobain Glass México adecuará sus líneas de producción en Morelos para suministrar a la planta de Audi, que arrancará en el 2016 la fabricación de la camioneta Q5.
Con este nuevo proyecto se generarán 100 empleos adicionales a los 800 que tiene actualmente en su matriz del país.
El director de la planta vidriera con sede en Cuautla, Morelos, Juan José Vilatela, detalló que en la licitación que lanzó la armadora alemana también participaron firmas de Estados Unidos, Japón y México.
La propuesta de la vidriera francesa consistió en fabricar cristales que permiten la entrada menor de calor y energía al interior del vehículo. Esa tecnología, dijo, será la primera vez que Saint-Gobain Glass la emplee en México.
Aún está por determinarse la producción para Audi, considerando que proveerá de todos los cristales que llevará la camioneta Q5. La unidad de Morelos fabrica 900 toneladas por día tanto para la industria automotriz como el sector de residencias y edificios.
Entre los requisitos que pidió Audi está que la producción se apegue a los esquemas de calidad premium que maneja, que también involucra cumplir el régimen Just in time, pues se requiere que no haya atrasos en la entrega de suministros, comentó el ejecutivo.
“Al igual que como hemos venido trabajando con nuestros clientes Ford, General Motors, Nissan, Honda, Mazda y Renault, con Audi tenemos el compromiso de ofrecer calidad, lo cual venimos haciendo desde 1990, cuando iniciamos operaciones”, refirió.
No abrirá fábrica
El ejecutivo comentó que Saint-Gobain tendrá una bodega de depósito cerca de la planta de Audi, la cual se construye actualmente en el municipio de San José Chiapa, en la parte centro de Puebla.
Por ello, dijo, no será necesario abrir una fábrica cerca de la planta de la armadora, además de no ser rentable para la empresa por la fuerte inversión que requeriría.
La vidriera invertirá alrededor de 100 millones de euros en diversos productos que hace en México.