La paga total de Ben Van Beurden incluye 5,6 millones de euros (US$5,9 millones) en salario, bonos y acciones, aparte de pensiones y otros conceptos, informó la compañía el jueves.
Londres. El presidente ejecutivo de Royal Dutch Shell, Ben van Beurden, ganará un total de 24,2 millones de euros (US$26 millones) por su desempeño en el 2014, convirtiéndose en uno de los dirigentes mejor pagados pese a la fuerte caída del precio del crudo.
La paga total de Van Beurden incluye 5,6 millones de euros en salario, bonos y acciones, aparte de pensiones y otros conceptos, informó la compañía el jueves.
Su compensación en 2014 -calculada en libras-, lo convierte en el segundo alto ejecutivo mejor pagado en el índice FTSE 100, tras el presidente ejecutivo de WPP, Martin Sorrell, cuyo paquete salarial alcanzó en 2013 los 29,8 millones de libras, según el centro de estudios High Pay Centre.
La remuneración total del presidente financiero de Shell, Henry Simon, subió un 46% en 2014 frente al año anterior, hasta los 6,485 millones de euros.
Van Beurden fue nombrado para el cargo máximo de Shell el 1 de enero de 2014 y el salario del año anterior no fue revelado.
Este nivel de sueldos podría revivir la protesta de los inversores, ya que las ganancias por acción en 2014 declinaron en cerca de un 8,5%, hasta US$2,38 por título.
La portavoz de Shell, Sally Donaldson, dijo que la cifra total de Van Beurden, publicada en el informe anual de la compañía, fue "inusualmente alta" porque incluyó varios pagos extra relacionados con su larga estancia en Shell y pagos de impuestos.
"Esta paga no es igual a la que se llevará a casa este año", dijo Donaldson a Reuters en un comunicado.
"Su ascenso a presidente ejecutivo, combinado con su traslado anterior de Holanda al Reino Unido, dieron como resultado la cifra publicada hoy, pero es importante colocarla en el contexto apropiado", agregó.
Por su parte, BP informó este mes que la compensación total para su presidente ejecutivo, Bob Dudley, mejoró en más de un 20%, hasta los US$12,74 millones en 2014.
Las ganancias de Shell, sobre la base del actual costo de los suministros, subió a US$19.000 millones en 2014 desde los US$17.000 millones del año anterior, pese a que los precios del crudo cayeron casi a la mitad.
Las grandes petroleras europeas aseguran desde hace tiempo que deben pagar salarios altos para retener a profesionales talentosos que, de otra forma, se irían a trabajar a firmas estadounidenses que pagan mejor.