Los beneficios entre enero y marzo representaron un 18,2% menos respecto a igual período de 2012. Dentro de la región, la mayor aportación a las ganancias sigue siendo la de Brasil, con 499 millones de euros.

Madrid, EFE. El Banco Santander obtuvo en Latinoamérica un beneficio atribuido de 988 millones de euros de enero a marzo, un 18,2% menos que en el mismo periodo de 2012, por la menor contribución de países claves como Brasil, Chile y México.

Según la información enviada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por el Banco Santander, que ganó 1.205 millones de euros en el primer trimestre, un 26% menos, Latinoamérica aporta ya más de la mitad de los beneficios totales del grupo.

Dentro de la región, la mayor aportación a las ganancias sigue siendo la de Brasil, con 499 millones de euros, un 22,3% menos; seguido de México, donde el Santander ganó 241 millones de euros, un retroceso del 18%.

El tercer país latinoamericano que mejores resultados obtuvo fue Chile, con un beneficio neto de 103 millones, un 21% menos.

Les siguieron Argentina, con 86 millones de euros, (10,6% más); Puerto Rico, con 19 millones de euros, (81% más), y Uruguay, con 14 millones de euros, un 12% más).

La evolución de beneficios, además de por la propia actividad financiera, en algunos casos se ven marcados por el tipo de cambio de las monedas locales respecto al euro en el primer trimestre de 2012.

Por lo que respecta a los créditos, en Latinoamérica crecieron un 8%, por la desaceleración del negocio en Brasil, donde éstos avanzaron un 5%, frente al 13% de México gracias al dinamismo comercial.

La tasa de morosidad en Latinoamérica se situó a cierre de marzo de 2013 en un 5,44%, por encima del 4,67% del mismo mes de 2012.

Los depósitos en la región aumentaron un 1%, con alzas muy dispares, que van desde el 1% de Brasil al 17% de México.

En cuanto al número de oficinas del Santander en Latinoamérica, se redujo casi un 1%, que en cifras absolutas se traduce en 56 sucursales menos, hasta 5.997, de las que 3.727 están en Brasil y 1.193 en México.

Esto se tradujo en una disminución del número de empleados, un 2,5% menos, hasta llegar a 90.044 efectivos, de los que 53.215 trabajaban en Brasil y 14.065 en México.