Se trata de las mayores pérdidas anotadas hasta ahora entre las entidades bancarias europeas, aunque el banco ha puesto en marcha planes de eficiencia para reducir gastos y anunció un plan para pagar dividendos en acciones ante las limitaciones a los pagos en efectivo.
Madrid. Banco Santander anunció el miércoles una pérdida récord de 11.129 millones de euros (US$13.000 millones) en el segundo trimestre como resultado de gastos extraordinarios para reflejar el deterioro del horizonte económico por la pandemia de la COVID-19.
Se trata de las mayores pérdidas anotadas hasta ahora entre las entidades bancarias europeas, aunque el banco ha puesto en marcha planes de eficiencia para reducir gastos y anunció un plan para pagar dividendos en acciones ante las limitaciones a los pagos en efectivo.
El segundo mayor banco de la zona euro por capitalización bursátil dijo que registró una actualización del fondo de comercio de sus inversiones históricas y de los activos fiscales diferidos (DTA), lo que generó un cargo extraordinario sin efecto en caja de 12.600 millones de euros (US$14.700 millones) y dio lugar a una pérdida atribuida de 10.798 millones de euros (US$12.600 millones) en el primer semestre.
Algunos de los principales mercados de Santander, desde Brasil hasta España, han sido algunos de los más afectados por la pandemia, y el debilitamiento de las monedas de los mercados emergentes ha agravado el problema.
Del total de saneamientos, 10.100 millones (US$11.800 millones) se deben al fondo de comercio y 2.500 millones (US$2.900 millones) a los DTA, un instrumento que permite la posibilidad de pagar menos impuestos en el futuro al compensar pérdidas previas, reconociéndose por tanto un activo en el balance.
"Este ajuste obedece al deterioro de las perspectivas económicas como consecuencia de la crisis de la covid-19 y no afecta a la liquidez, al riesgo de crédito ni a la ratio de capital CET1", dijo el banco en un comunicado difundido a través del supervisor bursátil español.
El banco dijo que estos ajustes no tendrían ningún impacto en sus niveles de capital, que subieron desde el 11,33% en marzo hasta el 11,46% en junio con la aplicación plena de las nuevas normas de contabilidad.
El Santander reiteró su pronóstico para el coste del riesgo, una forma de medir el precio de asegurar su cartera de préstamos, entre 130 y 150 puntos básicos a finales de 2020, después de haber subido en junio a 126 puntos básicos. En marzo estaba en 100 puntos básicos.
Sin tener en cuenta dichos saneamientos, Banco Santander obtuvo un beneficio ordinario atribuido de 1.908 millones de euros (US$2.200 millones) en el primer semestre de 2020, un 48% menos que en el mismo periodo del año anterior, por las mayores provisiones relacionadas con la pandemia de la covid-19, que se incrementaron un 78%, hasta 7.027 millones de euros (US$8.200 millones).
El consejero delegado de Santander dijo que no prevé un aumento de las provisiones en el segundo semestre en comparación con el primero, y dijo que si no hay nuevos confinamientos el beneficio antes de provisiones será "fuerte".
Las acciones de Santander bajaban un 3,4% en bolsa antes del mediodía, el mayor descenso del índice Ibex-35 en la sesión.
Analistas de UBS indicaron que el rendimiento de los costes fue mejor de lo esperado, pero destacaron que las cifras publicadas confirman la dirección negativa de los ingresos en la mayoría de las filiales.
Presión. El Santander señaló que el grupo iba por delante de lo previsto en su plan de ahorro de costes, con una reducción de los gastos de explotación del 5% interanual en términos reales, y que en su negocio europeo ha logrado más de 300 millones de euros (US$351 millones) en eficiencia de costes en el primer semestre, un 75% del objetivo para 2020.
El margen de intereses, que mide los resultados de los préstamos menos los costes de los depósitos, se redujo un 14% hasta los 7.720 millones de euros (US$9.000 millones) debido a la presión de los bajos tipos de interés, mientras que los ingresos disminuyeron un 15% hasta los 10.460 millones de euros (US$12.268 millones).
Según un sondeo de Reuters, los analistas preveían un margen de intereses de 7.750 millones de euros (US$9.000 millones) y unos ingresos de 10.560 millones de euros (US$12.300 millones).
Los deterioros relacionados con la COVID-19 afectaron al retorno sobre capital tangible (ROTE), una medida de la rentabilidad en la banca, que se situó en el 5,19% a finales de junio.
La presidenta del Santander, Ana Botín, manifestó el compromiso del banco de elevar su ROTE al 13%-15% a medio plazo y de actualizar sus planes estratégicos en los próximos meses.
Dividendo en acciones. El banco anunció también que va a pagar un dividendo en acciones con cargo a los resultados de 2019 de 0,10 euros, ante la recomendación del Banco Central Europeo (BCE) a la banca de no retribuir a los accionistas en efectivo para conservar capital con el que amortiguar el impacto de la crisis en los balances
Respecto al dividendo, el banco dijo que tiene la intención de aplicar una política de dividendo 100% en efectivo "tan pronto como las condiciones de mercado se normalicen, sujeto a la recomendación y las aprobaciones regulatorias".
Para ello, ha reservado seis puntos básicos de capital CET1 —la principal medida de solvencia en el sector bancario— en el trimestre para un posible dividendo en efectivo con cargo a los resultados de 2020.