Metales preciosos e industriales se fueron por las nubes, algo que tomó de sorpresa a muchos inversores, por lo que las posiciones cortas pasaron a ser largas dándole un impulso extra al repunte.
De acuerdo al informe publicado por Saxo Bank, la rentabilidad de las diferentes clases de activos en lo que va de año, da para pensar que se está ante una revisión semestral y no mensual.
Son muchas las diferentes clases de activos que han tenido un fuerte rendimiento; de hecho, algunos vivieron el mejor arranque de año en décadas.
En enero, el sentimiento negativo que reinaba en los mercados a fines de 2011 ha desaparecido y los inversores, cuya mayoría ha planteado estrategias defensivas, se vieron obligados a seguir la estela del mercado (al alza).
Los mercados de valores de todo el mundo lograron un significativo repunte; sobre todo los mercados emergentes, que tuvieron una fuerte recuperación y con un retorno del 11,4%.
Al menos con carácter pasajero, el dólar le dijo adiós a la obtención de favores luego de ser objeto de sobrecompra, especialmente frente al euro y a otras divisas de países emergentes.
Durante el primer mes de 2012, las acciones cíclicas registraron los mejores resultados, algo que también quedó reflejado en las materias primas. La rentabilidad de las materias primas en enero ha ido de la mano de los metales.
También en el mes pasado, los metales preciosos e industriales se fueron por las nubes, algo que tomó de sorpresa a muchos inversores, por lo que las posiciones cortas pasaron a ser largas dándole un impulso extra al repunte.
En tanto, el sector agrícola mostró un rendimiento sin variaciones.
Sorpresivamente, el sector energético ha tenido un enero malo. Las tasas excepcionalmente bajas en los EE.UU. junto con las medidas de relajación cuantitativa en Europa recordaron el último repunte de las materias primas a finales de 2010 como consecuencia de la segunda ronda de alivio cuantitativa que ese año se implantó en los Estados Unidos.
Al momento de analizar cada una de las materias primas, no hay que sorprenderse que la plata, el oro y el cobre se sitúen entre los cinco commodities con mejor rendimiento.
Por su parte, otra vez el gas natural ha cerrado la tabla debido al exceso de oferta. El crudo WTI también ha bajado.
Nuevamente, el descuento respecto al crudo Brent ha tenido un drástico incremento debido a que las perspectivas sobre crudo en los EE.UU. son diferentes a las del resto del mundo.
El dólar se ha debilitado respecto de la subida producida a mediados de enero, y esto ha favorecido a las materias primas.
Durante la corrección, los fondos de cobertura continuaron sumando posiciones largas record, sobre todo frente al euro, lo que apunta a una sólida confianza en un pronto refortalecimiento.
Sin embargo, habría que argumentar que el debilitamiento progresivo del dólar podría desencadenar un límite de pérdidas en la venta del billete verde, y esto a futuro ayudaría al rendimiento de las materias primas.
La plata ha sido la estrella indiscutible de enero, ya que al menos contribuyó con su mejora luego de haber comenzado el año en niveles muy bajos tras evidenciar un drástico descenso en los últimos tramos de 2011.
En términos relativos respecto al oro, su rendimiento ha sido superado con creces. Una vez más, el ratio se ha aproximado a las 50 onzas de plata por 1 onza de oro desde la última subida en 57,4.
Técnicamente, va a encontrar resistencia en torno a los US$36,50 por onza, un techo del rango actual con arreglo a la línea de tendencia respecto de la subida de 2011.
El soporte se sitúa en el suelo del área de consolidación de esta última época, en US$33.
En tanto, el precio del oro subió por quinta semana consecutiva.
Los inversores recuperaron parte de la confianza perdida en la última venta masiva. El repunte se ha intensificado luego de que la Reserva Federal anunciara que las tasas de interés se mantendrían muy bajas al menos durante un año más de lo previsto por el mercado.
Si a todo ello sumamos que el Banco Central Europeo (BCE) inyectó miles de millones de euros al sistema financiero, llegará la conclusión de que estamos ante el empujón que el oro necesitaba para reanudar el repunte.
Técnicamente, en la actualidad se ha desplazado a territorio de sobrecompra, con lo que aumenta el riesgo de repliegue o al menos que se observe una cierta consolidación.
El canal de negociación actual proporciona resistencia en US$1.770 por onza, mientras que el soporte se sitúa en US$1.735, nivel previo a US$1.700.
Los fondos de cobertura iniciaron 2011 con una perspectiva negativa respecto del cobre, ya que la previsión económica se vio empañada por la incertidumbre teniendo en cuenta la crisis de la deuda en Europa y el riesgo de "aterrizaje forzoso" en China, el principal consumidor a escala mundial.
Un mínimo cambio en las previsiones junto con la progresión de los datos económicos en los EE.UU. llevaron a un punto de inflexión para que el cobre repuntara una quinta parte respecto de las bajadas de diciembre, recuperando así la mitad de las pérdidas arrojadas en la venta masiva de 2011.
Esto despierta el análisis acerca de que si el mercado se ha anticipado; ahora que las posiciones se han reajustado, es necesario que la economía global arroje noticias positivas a futuro, algo que podría resultar un tanto artificial.
El precio del crudo WTI ha fluctuado a la baja en esta última época ante la creciente incertidumbre de los operadores en relación con el movimiento siguiente.
Las muestras de que el consumo global sigue su proceso de ralentización se ha compensado por el riesgo de repunte de precios ante las diversas amenazas geopolíticas, y sobre todo ante las intenciones nucleares de Irán.
Los fondos de cobertura continuaron con incrementado su exposición larga al crudo WTI, que actualmente se sitúa en los 248 millones de barriles, en una época en la que el precio ha bajado.
Todo ello generó un aumento en el riesgo de liquidación de posiciones largas, algo ya observado en la semana pasada cuando se conocieron nuevos datos sobre la caída de la demanda en los Estados Unidos.
Con arreglo a la Agencia estadounidense de Información sobre Energía, la demanda de petróleo en los EE.UU. cayó hasta quedar en los 18 millones de barriles al día, y esto se debe en gran medida a la drástica reducción del consumo de gasolina.
Todo ello derivó en que la presión que sufre el precio del crudo WTI sea mayor a la que afecta al Brent. El descuento se ha incrementado hasta los US$16, el nivel máximo en casi seis meses.
Asimismo, la dislocación sirve para expresar la prima de riesgo geopolítico, que en primera instancia beneficia al Brent por su actual estatus de referencia global.
A todo ello hay que sumarle la quietud que se observa en Europa, donde la demanda del crudo Brent sigue siendo elevada, teniendo en cuenta que varios países tuvieron que buscar nuevos proveedores ante el embargo del petróleo iraní ocurrido en julio de 2011.