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Se disparan a 55 las firmas petroleras para operar en México
Jueves, Junio 22, 2017 - 11:58

En cinco fases de rondas petroleras se han adjudicado 48 contratos con compromisos de inversión por US$55.800 millones.

Desde la primera licitación petrolera mexicana, hace casi dos años, un total de 55 nuevas empresas han comprometido un total de US$55.800 millones en inversiones durante la vida de los contratos, que va desde 25 hasta 50 años.

En total, se han adjudicado 48 contratos en las modalidades de licencia y producción compartida en distintos tipos de campos, con una regalía promedio para el Estado cuando arranque la extracción de hidrocarburos de mínimo de 47%, en promedio, según los compromisos de los contratistas y sin tomar en cuenta los factores impositivos adicionales.

El éxito de colocaciones de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) en estos procesos, dado el número de campos a licitar y los que lograron ser adjudicados, asciende a 64% y está por encima de la media global que es de entre 30 y 40%, según el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

Más aún, cuatro de los cinco procesos que se han llevado a cabo hasta hoy tienen tasas de colocación por encima de 60%, ya que éste fue el promedio de los campos someros en desarrollo, mientras que se colocó la totalidad de los campos terrestres y 67% de los campos exploratorios de la segunda licitación, la Ronda 2.1, para campos exploratorios en aguas someras.

Ello, tras la baja adjudicación, de 14% (que fueron dos de 14 campos) en la primera licitación para este tipo de recursos, la fase 1.1, de la cual se rediseñaron campos que lograron colocaciones el pasado lunes. El proceso para campos de desarrollo en aguas someras tuvo un éxito de 60%.

Aguas profundas e inversiones. En tanto, la licitación más importante hasta el momento, en campos exploratorios de aguas profundas, logró una tasa de colocación de 80%, con lo que ocho de los 10 campos a concurso lograron la firma de un contrato de licencia. Tan sólo en estos campos, la inversión estimada durante la vida de los contratos, de máximo 50 años, es de US$41.000 millones.

En el resto de los contratos, las inversiones totales para la vida de los contratos oscilan entre US$1.100 millones para los 25 campos terrestres en contratos de licencia de 25 años, hasta US$8.100 millones en 35 años como máximo de los ocho contratos de producción compartida para exploración en aguas someras recientemente adjudicados.

Si se divide la inversión comprometida entre los años de duración de los contratos, se debieran esperar inversiones promedio anuales de US$1.319 millones producto de estas licitaciones, aunque los primeros años de casi todos los contratos serán de evaluaciones y exploraciones, por lo que los grandes montos comenzarán a materializarse a partir del 2022, aproximadamente, cuando se observarán inversiones totales anuales superiores a esta media.

Nuevos jugadores. Además de que la empresa del Estado Petróleos Mexicanos (Pemex) ganó por primera vez contratos en procesos competitivos y en consorcios, en los que participó como un jugador más para la operación de Chevron junto con la japonesa Inpex y también como operador con la alemana Dea Deutsche Erdoel y la colombiana Ecopetrol, 41 empresas de cuatro continentes tienen ya contratos firmados en el país.

Destaca la presencia de las mayores petroleras del globo, como la estadounidense ExxonMobil en consorcio con la francesa Total en aguas profundas, o la rusa Lukoil que obtuvo un contrato sola y en consorcio para la exploración en aguas someras.

Tras los resultados de la primera licitación de la Ronda Dos, la Asociación Mexicana de Empresas de Hidrocarburos, que reúne a las firmas de mayor tamaño en la industria nacional, aseguró que “el nuevo modelo energético mexicano se fortalece y le permite al país competir para atraer a inversionistas comprometidos con el desarrollo de la industria”.

El próximo 12 de julio se licitarán 27 bloques terrestres dentro de las Rondas 2.2 y 2.3, de los cuales más de la mitad son bloques con gas como hidrocarburo principal, por lo que su colocación será uno de los mayores retos para el gobierno mexicano desde el proceso de apertura del sector energético.

Autores

El Economista (México)