A un grupo de empresas la ley concedió un permiso para apartar capacidad, construir sus centrales y generar su propia energía. Además a partir del 2015 podrán vender a los grandes consumidores.
ElEconomista.com.mx. Con una inversión histórica de US$17.888 millones el sector privado genera electricidad para autoabastecimiento a través de 461 permisos, cada uno con una capacidad instalada mayor a 500 kilowatts. Dichos permisionarios tienen las condiciones para vender electricidad en el mercado mayorista al cumplir el requisito de capacidad que se plantea en el proyecto de legislación secundaria en materia energética.
Según la Comisión Reguladora de Energía (CRE) la inversión total estimada en infraestructura para electricidad por parte de los privados, desde hace 22 años, es de US$40.011 millones, lo que significa que los consorcios dedicados al autoabasto son los que mayores ingresos han dejado al sector eléctrico, aportando 44% del total.
Entre las compañías con este tipo de permisos destacan Walmart, Cemex, Bimbo, ABB, Palacio de Hierro, Liverpool, Sabritas, Alfa, Mabe, Peñoles, Barcel, Pemex, Procter & Gamble, Cinemex, Teléfonos de México, Kimberly-Clark, Compañía Minera Autlán y Grupo Salinas, entre muchas otras a las que la ley concedió un permiso para apartar capacidad, construir sus centrales y generar su propia energía. A partir del 2015 podrán vender a los grandes consumidores, que entre la gran y mediana empresa abarcan 58% de los usuarios de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Sin embargo, explicó el analista del Instituto Mexicano para la Competitividad, Rodrigo Gallegos, la migración se dará en el mediano plazo, ya que se requiere de banqueo de la energía para que existan excedentes y la regulación de las tarifas de porteo por parte del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), ya que el atractivo para los inversionistas consistirá en entrar a un mercado spot, donde las tarifas se rijan en función de oferta y demanda de energía y con base en costos de producción.
“Creo que necesariamente existirá un periodo de ajuste en el que se establecerán las condiciones técnicas de la transmisión y las adecuaciones del mercado”, dijo en entrevista. De acuerdo con la CRE, en marzo del 2014 de los 740 permisos vigentes para generación de electricidad por parte de privados, 62% es de autoabasto, mientras que el resto se ha repartido entre pequeños productores, cogeneradores, importadores y exportadores de electricidad.
Además, existen 30 empresas o consorcios permisionarios –como Iberdrola, Samsung, KST y Enel– que generan energía en la modalidad de productor independiente para vender electricidad a la CFE. Al cumplir con los requisitos mínimos de capacidad podrían también migrar al mercado mayorista. Estas firmas han invertido US$15.359 millones desde 1992 hasta la fecha.
A fines de marzo las empresas de autoabastecimiento contaban con 12.253 megawatts instalados, que representan 19% de la capacidad instalada a nivel nacional, pero que son 23% del volumen que tiene instalado la CFE.
En términos de generación las empresas de autoabasto alcanzaron 63.992 gigawatts por hora este año, que representan 17% del total nacional y equivalen a 24% de lo generado por la CFE, según los reportes del año pasado.
Canadá, presión adicional a leyes energéticas en México
México debe apresurarse en la conclusión del proceso legislativo de las leyes secundarias en energía para operar rápido en el mercado de Norteamérica, pues su principal competidor, Canadá, está listo para duplicar su oferta de petróleo pesado en Estados Unidos (EU), dijo Jaime Brito, vicepresidente de Desarrollo de Negocios de Argus Media, una consultoría en el sector energético.
De acuerdo con el especialista, Canadá aumentará su oferta de producción a partir del procesamiento del aceite proveniente de las arenas bituminosas, que pasará de 1,1 a más de 1,5 millones de barriles diarios en el corto plazo, que serán destinados al mercado estadounidense, a las refinerías de crudo pesado en la costa del Golfo de México, donde tradicionalmente se compra el crudo mexicano tipo Maya.
“La única forma de que México obtenga beneficios de la reforma energética es que acelere la transformación y junto con la iniciativa privada produzca más crudo pesado, que es el que demandan las refinerías de EE.UU. en la costa este”, explicó.
Las leyes secundarias deben darle mayor velocidad en operación a Pemex y a los nuevos operadores petroleros, porque el petróleo pesado es el principal atractivo por su costo de oportunidad y por la cantidad de reservas. Entonces, para poder aprovechar el mercado del Golfo de México se requiere más aceite mexicano en lugar del canadiense, que va a llegar.
Entrevistado en el marco de la Offshore Technology Conference (OTC), el especialista comentó que ya hay un efecto importante en el procesamiento de crudo en las refinerías estadounidenses, que están reduciendo sus costos significativamente y, en este caso, se convertirían en un fuerte atractivo para extraer petróleo pesado de México para su exportación.
Añadió que la industria petrolera canadiense se convertirá en fuerte competencia para nuestro país al aumentar los volúmenes de crudo pesado; por ello es que hay una urgencia en los resultados de la reforma, ya que hay un riesgo real de ser desplazado como suministrador de crudo pesado hacia Estados Unidos.
Consideró que no es buen momento para construir refinerías en México, porque competiría con los bajos costos de las de EE.UU, que emplean gas shale.
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