El viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, dijo que grupos de personas estarían ocultando el azúcar para causar el incremento de su precio o sacarla al exterior para obtener mayores ganancias.
La Paz. El Ministerio de Desarrollo Rural y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) admitieron, por separado, que se ha reactivado el contrabando de azúcar y de combustibles hacia el Perú a través del Desaguadero y de otras poblaciones.
El viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, dijo este jueves que grupos de personas estarían ocultando el azúcar para causar el incremento de su precio o sacarla al exterior para obtener mayores ganancias.
Además, el funcionario señaló que en la población fronteriza del Desaguadero estaría colaborando con el contrabando de azúcar al vecino país.
“Pedimos a las poblaciones fronterizas como (es) el caso del Desaguadero (a) que ayuden para que el azúcar no salga de Bolivia y que no se presten (al contrabando) como actualmente lo están haciendo (...) porque la tarea de controlar el mercado interno no es exclusiva responsabilidad del Estado, sino de todos”, enfatizó el viceministro Vásquez.
También informó que hasta este miércoles el kilo de azúcar se comercializaba entre Bs 6,50 y Bs 7 (US$0,9 y US$1)
Costo. En Desaguadero y otras poblaciones del territorio peruano de Puno el kilo del producto se comercializa en 3,50 nuevos soles (US$1,3), según datos extractados de la web del Ministerio de Agricultura de Perú.
El dirigente de la Confederación de Gremiales de Bolivia, Francisco Figueroa, adelantó que su sector se reunirá en los próximos días con el director de la Ademaf, Juan Ramón Quintana, para conocer cómo se va a controlar todas las fronteras para evitar la salida del endulzante país.
Abel Márquez, jefe de la Unidad de Defensa del Consumidor, dependiente del Ministerio de Justicia, informó el miércoles que el propietario de una tienda en la carretera a Laja comercializó más de 450 quintales de azúcar; después de que su establecimiento fuera precintado por no tener autorización para funcionar.
En el caso del combustible, el presidente de YPFB Corporación, Carlos Villegas, reconoció que los carburantes siguen saliendo de manera ilegal del país por las fronteras.
“A pesar de tener una política de lucha contra el contrabando, todavía hay una fuga (de combustibles) y ese subsidio no beneficia a Bolivia sino a países de la región”, señaló el ejecutivo.
La subvención a los carburantes y la compra de gasolina y diésel para el mercado interno tuvo el 2010 un costo aproximado de US$1.040 millones.
Este año, la Ley del PGE 2011 asignó para el mismo fin US$1.020 millones.
De este monto, se estima que cerca de US$500 millones se destinarán a la subvención.
Alto precio del azúcar. El dirigente de los gremiales, Francisco Figueroa, no descartó que el acopio de azúcar en los pueblos fronterizos se realice por su alto precio en el lado peruano.
Chávez dice que habrá otra vez filas y escasez. El contrabando de azúcar al Perú se debe a que su precio es superior con relación al país, lo que derivará nuevamente en filas, falta de este alimento, ocultamiento y precios elevados en los mercados y tiendas de barrio.
Así lo aseguró el analista económico, Gonzalo Chávez, quien explicó que para superar este problema se debe aumentar la producción significativamente otorgando garantías a los productores y suspender las restricciones a las exportaciones para incentivar la producción de azúcar.
Advirtió que este hecho causará el aumento de la inflación de este mes. Hasta junio el IPC fue del 4,27%. El Gobierno proyectó un índice del 6% hasta fin de año.
“La gente está comprando aquí azúcar a un precio más barato y está almacenándola para llevarla al Perú, lo mismo que el año pasado. Va a intervenir el Gobierno y va a querer controlar, pero es muy difícil porque es la vuelta a los cuperos de los años 50”, concluyó.
Contrabando hormiga está arraigado. El contrabando hormiga de combustibles hacia el Perú persiste. Ahora sale por la provincia José Manuel Pando (La Paz) debido a que sus habitantes tienen “necesidades por su pobreza y por los precios altos en el vecino país”.
Así lo admitió ayer el ejecutivo provincial Juan Mamani, quien afirmó que no se puede realizar un control porque no existe una normativa que les faculte.
“En realidad es un trabajo de hormiga y nosotros como autoridad originaria no podemos hacer nada porque las leyes no nos facultan (a controlar). A veces nosotros observamos lo que sacan el combustible y nos ganamos el odio de nuestros mismos compañeros. A veces la necesidad también obliga a nuestros hermanos a llevar al otro lado”, sostuvo.
El dirigente explicó que el contrabando de combustibles como el diésel y la gasolina recorre varios “caminos de herradura” de las poblaciones de Santiago de Machaca, Ventilla y Catacora.
“Más sale gasolina, diésel (al Perú), pero gas (licuado) un poco ya hemos frenado porque nosotros como autoridades originarias ya hemos controlado y estamos vendiendo a las comunidades. Un poco en GLP estamos poniendo orden, pero en gasolina y diésel eso sí esta saliendo”, detalló.
Los controles que realizan la Policía y las Fuerzas Armadas (FFAA) al contrabando de carburantes en el lugar no son suficientes, señaló el dirigente.
Mamani no precisó los volúmenes ni el número de personas que estarían involucradas en el contrabando hormiga de combustible al lado peruano.
“No podemos precisar exactamente porque, como le dije, es un trabajo de hormiga”, concluyó.