Cinco de las principales montadoras brasileñas, General Motors, Mercedes-Benz, Volvo, Ford y Volskswagen, anunciaron que cerrarán sus fábricas a finales de este mes sin previsión de retomar las actividades debido a la epidemia y la caída de las ventas.
Río de Janeiro. El sector automotor brasileño, uno de los principales sectores industriales del país, anunció el cierre de varias fábricas y vacaciones forzadas a unos 50.000 empleados como consecuencia de la caída de la actividad económica causada por la expansión de COVID-19.
Cinco de las principales montadoras brasileñas (General Motors, Mercedes-Benz, Volvo, Ford y Volskswagen) anunciaron que cerrarán sus fábricas a finales de este mes sin previsión de retomar las actividades debido a la epidemia y la caída de las ventas en el mercado.
Las cinco montadoras ya anunciaron que concederán vacaciones forzadas a sus empleados, que suman juntos cerca de 50.000 empleados.
General Motors aseguró que paralizará la producción en sus cinco fábricas en Brasil indeterminadamente y que suspendió las inversiones de US$2.000 millones previstas para el período 2020-2024. La montadora emplea a unas 19.000 personas en el país.
La empresa afirmó que es necesario reservar caja para el actual momento de crisis económica causado por la pandemia.
Ford confirmó que interrumpirá su producción en toda América del Sur, incluyendo las tres plantas que tiene en Brasil, entre el 23 de marzo y el 13 de abril.
Por su parte, Mercedes-Benz suspenderá las operaciones en las dos fábricas que tiene en Brasil y en el centro de distribución y logística. La paralización está prevista entre el 25 de marzo y el 20 de abril y afecta a algo más de 10.000 personas.
Volkswagen también aseguró que pretende parar durante diez días, a partir del próximo 31 de marzo, sus operaciones en las cuatro fábricas que tiene en Brasil, donde actualmente emplea a unas 15.000 personas.
Por último, Volvo paralizará la producción de autocares y camiones en su planta en el sur de Brasil durante cuatro semanas a partir del próximo día 30. La unidad, en la que trabajan 3.700 personas, también produce motores, cajas de cambio y cabinas.
El gobierno brasileño lanzó esta semana un paquete de medidas económicas para ayudar a las empresas a evitar dimisiones en masa por la caída de la actividad provocada por la epidemia. Entre ellas, se permitirá reducir tanto la jornada laboral como el salario de los empleados para evitar despidos masivos, y se comprometió a pagar un auxilio a todos los trabajadores que cobran hasta dos salarios mínimos y que queden afectados por la reducción de jornada y sueldo.
Además, el gobierno brasileño también pagará los primeros 15 días de ausencia laboral a aquellas personas infectadas por la COVID-19, una medida que contempla a 11 millones de trabajadores brasileños y cuyo coste estimó en 10.000 millones de reales (US$2.000 millones).
Según el último balance divulgado por el gobierno brasileño, la pandemia dejó al menos 7 muertos y 621 casos confirmados en el país, además de cerca de 11.000 casos sospechosos.
