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Sector editorial brasileño busca reinventarse tras caer su facturación un 25% en 13 años
Miércoles, Mayo 29, 2019 - 14:48

Entre 2006 y 2018, la facturación del mercado de libros pasó de los 6.800 millones de reales (US$1.700 millones) en 2006, en valores actualizados según la inflación, a los 5.100 millones de reales (US$1.275 millones) en 2018, informó un estudio.

Río de Janeiro.- La aparición de las nuevas tecnologías hace que cada vez más, la población brasileña deje de comprar los libros físicos, según un informe divulgado hoy por la Cámara Brasileña del Libro (CBL) en el que se alerta del mal momento que vive el sector.

Entre 2006 y 2018, la facturación del mercado de libros en Brasil cayó un 25%, pasando de los 6.800 millones de reales (US$1.700 millones) en 2006, en valores actualizados según la inflación, a los 5.100 millones de reales (US$1.275 millones) en 2018, informó el estudio, realizado por la Fundación Instituto de Pesquisas Económicas (FIPE) y encargado por la CBL y por el Sindicato Nacional de los Editores de Libro (SNEL).

El descenso podría haber sido peor de no ser por la participación del gobierno, que suele comprar millones de libros cada año, ya sea para distribuir o para la red de educación. Mientras que las compras gubernamentales representaron el 21% de las ventas en 2006, el año pasado fueron el 28%.

El descenso en la facturación del sector editorial brasileño fue a contramano del total de ejemplares vendidos, que pasó de los 193 millones en 2006 a los 202 millones de libros vendidos el año pasado.

El mejor año para el sector editorial brasileño fue en 2011, cuando la facturación fue de 7.200 millones de reales (US$1.800 millones) y se vendieron 284 millones de libros.

Sin embargo, desde entonces las cifras cayeron hasta los números del año pasado.

Para el presidente de SNEL, Marcos da Veiga, la crisis económica y el aumento del desempleo provocaron la disminución del mercado editorial brasileño, aunque igualmente, hay una carencia de lectores y las dificultades para formar un público en Brasil. "Necesitamos invertir en la formación de lectores y promover un ciclo de inversiones que permita la vuelta del empleo y del optimismo. En momentos de desarrollo económico y optimismo, las personas leen más porque quieren crecer", afirmó Da Veiga.

Entre 2006 y 2014, el precio medio de los libros, con la inflación actualizada, cayó un 34%, lo que explica también la reducción de la facturación.

Para uno de los propietarios de la editorial Faro, Diego Drummond, uno de los errores de la industria editorial es la dificultad que tiene para vender el propio producto. "Las editoras creyeron que bajar o mantener el precio del libro atraería más lectores, algo que no sucedió. Una dificultad que tenemos es llegar a las personas. Los cinemas, con entradas a 80 reales (US$20) están llenos y con fila", comentó.

La crisis del sector quedó reflejada en las dos mayores redes de librerías del país, Saraiva y Cultura, que actualmente se encuentran en proceso de recuperación judicial tras no poder hacer frente a la creciente deuda acumulada.

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Xinhua