Las cifras difundidas el lunes por el colegio de Escribanos muestran un retroceso del 27% en las transacciones inmobiliarias en 2012 respecto al año anterior y suponen el mínimo desde 1998.

El sector inmobiliario argentino denunció hoy que atraviesa su peor momento de los últimos quince años debido a la elevada inflación y las restricciones impuestas por el Gobierno a la compra y venta de dólares, moneda habitual en las operaciones inmobiliarias en Argentina.

"La construcción es un motor de la economía argentina y se ha colapsado por completo", declaró  Roberto Arévalo, presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).

"Estamos peor que en el momento de la gran crisis de 2001, cuando cayó el Gobierno y salimos de la convertibilidad (un peso, un dólar)", añadió Arévalo, quien comparó las 54.000 operaciones de compra y venta de inmuebles que se realizaron entonces con las 47.000 de 2012, según el colegio de Escribanos de Buenos Aires.

Las cifras difundidas el lunes por el colegio de Escribanos muestran un retroceso del 27 % en las transacciones inmobiliarias en 2012 respecto al año anterior y suponen el mínimo desde 1998.

El empleo también se ha visto perjudicado por el descenso de la actividad y la tasa de ocupación en la construcción sufrió en 2012 una caída interanual del 8,6 %, indicó Arévalo.

Para el presidente de la CIA, el origen del colapso del sector está en "el cepo cambiario, que ha vuelto imposible conseguir dólares al precio oficial y ha convertido cada operación en una obra de ingeniería", aunque destacó que también ha influido negativamente la inflación, que superó el 25 % en 2012 según consultoras privadas, aunque las cifras oficiales la ubicaron en el 10,8 %.

"A las propiedades siempre se les ha dado un valor en dólares, no en pesos. En las operaciones se pacta un precio del dólar entre el oficial y el paralelo, pero en enero la brecha superó el 60 % y el mercado se contrajo", explicó Arévalo.

El director de Bullrich Inmobiliarias, José Azpiroz Costas, coincidió con Arévalo y señaló en declaraciones radiales que "en 2001 a la gente le iba mal y vendía; ahora la gente no necesita vender", motivo por el que muchos propietarios se han volcado temporalmente al mercado de alquiler.

La actividad de la construcción en Argentina registró el año pasado un descenso del 3,2 % frente a 2011, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos.