Luego de una década de fuerte auge, la actividad minera de Argentina comenzó a sentir hace unos dos años el desplome de los precios internacionales de las materias primas y las consecuencias de medidas domésticas.
Buenos Aires. Las mineras que operan en Argentina necesitan un recorte de impuestos y una devaluación del peso local para reactivar sus proyectos, en un contexto de bajos precios de los metales en los mercados internacionales, dijo el el jefe de la principal cámara del sector.
Luego de una década de fuerte auge, la actividad minera de Argentina comenzó a sentir hace unos dos años el desplome de los precios internacionales de las materias primas y las consecuencias de medidas domésticas como un férreo control de cambios que restringe el giro de utilidades al exterior.
"Desde hace un tiempo que el tipo de cambio está bastante planchado (anclado) y, en el contexto de la caída de precios que ha habido en varios de los minerales metalíferos, este tema es una complicación", dijo Damián Altgelt, gerente general de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM).
"Y el otro tema es la presión tributaria. Si uno compara la presión tributaria minera con la que tienen otros países con los cuales competimos a la hora de capturar inversiones, es alta", explicó en una entrevista con Reuters.
Argentina ha devaluado la moneda en un 52% desde el 2011, cuando el Gobierno inició un estricto control de cambios. Pero una inflación que en los últimos años ha estado entre el 25 y el 30% anual ha erosionado la competitividad del peso argentino.
En cuanto a la presión fiscal sobre la minería, datos de la CAEM indican que fue del 38% en el 2013, 4,5 puntos más que en el 2011 y bastante por encima de la de otros países mineros de la región como Chile y Perú, donde fue del 20,4 y 12%, respectivamente.
Optimistas con cambio de gobierno. De cara a las elecciones generales de octubre, Altgelt expresó optimismo ante un cambio de Gobierno e indicó que los tres principales candidatos a la presidencia -Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa- han sido receptivos a las necesidades del sector.
"Vemos como muy positivo que los tres principales espacios que están compitiendo por la presidencia están viendo al sector como uno de los que pueden empujar la economía, motorizar la economía del país en los próximos años, a partir del potencial que tiene el sector y la posibilidad de ingreso de divisas para llevar adelante los proyectos", señaló.
Según Hugo Nielson, ingeniero en minas y secretario general del Organismo Latinoamericano de Minería, en Argentina hay 10 proyectos mineros detenidos pese a que cuentan con el análisis de factibilidad y estaban listos para iniciar las obras.
Entre los proyectos frenados está uno de la brasileña Vale para producir potasio en Río Colorado, en Mendoza, en el que ya hay invertidos más de US$2.000 millones. Además, Pascua Lama de Barrick Gold, de oro y plata, que fue congelado tras una inversión de US$5.000 millones.
Mientras que el proyecto de cobre El Pachón, de la empresa suiza Glencore, fue relanzado en abril de este año con el anuncio de nuevas inversiones por US$3.000 millones.
De acuerdo con un reporte de la consultora Abeceb.com, entre 2011 y 2012, en pleno auge de los precios de las materias primas, las inversiones en proyectos mineros a nivel global fueron de US$39.700 millones. En el 2014 bajaron a US$10.739 millones.
Desde ya, con el inicio de la producción en algunas minas como la de oro Cerro Negro en Santa Cruz y la de litio Olaroz en Jujuy, la CAEM estima un incremento del valor de las exportaciones mineras del país este año a US$4.800 millones, desde US$3.905 millones en el 2014.
Más allá de cualquier política local, Algelt dijo que una recuperación de los precios internacionales es imprescindible para la reactivación del sector.
"Sin una mejora vamos a seguir viviendo momentos complicados".