El ministro de Energía sostuvo, en declaraciones formuladas a Télam, que “estamos saliendo de un sistema muy subsidiado, donde el Estado tomaba el pago de todas las obligaciones, y queremos que sean los usuarios los que terminen pagando el costo del servicio”.
El secretario de Energía Eléctrica, Alejandro Sruoga, estimó en US$800 millones la inversión privada que se oferterá en la convocatoria prevista para aumentar la capacidad de generación térmica, con vistas a paliar el déficit de suministro del próximo verano.
“Es el primer testeo a la confianza del inversor privado en cuanto a financiar al Estado, pero en definitiva al usuario final de la electricidad”, afirmó Sruoga, en referencia a la licitación orientada a elevar la disponibilidad del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y satisfacer requerimientos de la demanda.
El funcionario sostuvo, en declaraciones formuladas a Télam, que “estamos saliendo de un sistema muy subsidiado, donde el Estado tomaba el pago de todas las obligaciones, y queremos que sean los usuarios los que terminen pagando el costo del servicio”.
Las inversiones privadas para incrementar la capacidad de generación térmica y de producción de energía eléctrica asociada se pondrán en marcha a partir de junio, a fin de evitar baches en el suministro el próximo período estival, durante el invierno de 2017 y en el subsiguiente verano 2017-18.
El llamado apunta a incorporar entre 400 y 1.000 Mw (megavatios) al sistema, hoy en “palmario estado crítico”, según advirtió Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) en febrero pasado.
Sruoga recordó que “cuando asumimos había cuatro proyectos de ciclo combinado en curso, dos de Enarsa (Ensenada y Brigadier López) y dos que hacían los privados con supervisión del Estado en el ámbito de Cammesa (Vuelta de Obligado y Guillermo Brown)”.
Son cuatro centrales parecidas, de 800 Mw, donde se instalan primero las dos turbinas de gas, de 500 a 600 Mw, y después en el cierre del ciclo y para lograr mayor eficiencia se agregan 200 a 300 Mw más.
El secretario advirtió que en esas cuatro centrales “estamos tratando de solucionar los problemas para concluir los proyectos de cierre de los ciclos”.
“Las dificultades que hay nos va a llevar a que se demoren un poco las obras; los mil Mw que pensábamos tener disponibles a partir del cierre de los cuatro ciclos este año no lo vamos a tener porque hay cuestiones contractuales a resolver”, explicó.
En cuanto a la nueva licitación, las ofertas técnicas se conocerán el el próximo 9 de mayo y Sruoga detectó inclusive “el interés de inversores que no están actualmente en el sistema, de aportar con nuevos proyectos”.
De todos modos se espera que las propuestas provengan en su mayor parte de generadores actuales, dadas las restricciones de la convocatoria en cuanto a los plazos requeridos, la logística de los combustibles líquidos y la capacidad de los gasoductos, y el acceso a la red eléctrica.
Sruoga precisó que los módulos serán de 10 Mw por grupo y no menos de 50 en el conjunto, ya que “no queremos pequeños equipos para no repetir experiencias que no fueron buenas soluciones para el sistema”.
El equipamiento importado será provisto por los únicos proveedores del mercado: la alemana Siemens, la estadounidense General Electric y probablemente la japonesa Mitshubishi.
“No tenemos una restricción a priori de cuántos Mw vamos a contratar; y lo que ofrecemos son contratos de largo plazo, a 10 años, dolarizados, con una remuneración por la capacidad disponible y por costos variables no combustibles”, precisó el secretario.
El objetivo de máxima del Ministerio de Energía y Minería es incorporar el equivalente de una central típica de ciclo combinado, de unos 800 Mw, pero que demoran entre dos y tres años en instalarse.
“Vamos a hacer la previsión de funcionamiento en base a la demanda a abastecer y simular la incorporación de las ofertas al sistema, qué beneficios traen, y en función de eso ver si tomamos todas, alguna o ninguna”, concluyó Sruoga.