Al respecto de la escasez, el presidente de la Asociación de Vitivinicultores del estado de Querétaro, Ignacio Calderón Muñoz, ha reconocido que el crecimiento que experimenta la producción de vino ha sido dispar en comparación con la plantación.
La escasa plantación de uva en el estado se ha convertido en una limitante para la industria vitivinícola.
El gerente general de la Finca Sala Vivé, de Freixenet Querétaro, Lluis Raventos Llopart, expresó que la insuficiente producción de materia prima local ha derivado en que sus niveles de crecimiento se mantengan en un dígito anualmente.
La facturación de Finca Sala Vivé sostendrá un crecimiento de entre 5 y 6% este año, cifra similar a la obtenida durante el 2014, estimó.
En materia de producción, el aumento oscilará entre 3 y 5% con respecto a las más de 2 millones de botellas que la finca produjo el año pasado, explicó el gerente.
Las estimaciones de crecimiento, consideró, son “prudentes y razonables” ante las dificultades que entreteje la producción de vino, específicamente para generar o adquirir la materia prima.
“No podemos crecer más por falta de materia prima. Al día en el estado hay poca materia prima, que es simplemente uva; esta condición es en todo México. Entonces, nos está costando mucho trabajo la obtención de materia prima para crecer” advirtió.
Al respecto de la escasez, el presidente de la Asociación de Vitivinicultores de Querétaro, Ignacio Calderón Muñoz, ha reconocido que el crecimiento que experimenta la producción de vino ha sido dispar en comparación con la plantación.
A la escasa planta se suma lo costoso y prolongado que resulta el proceso de plantación. Un viñedo tarda entre tres y cuatro años en producir uva.
Líneas de crecimiento. Ante este panorama, la firma hace un análisis estratégico para direccionar el crecimiento de la industria, de acuerdo con el enólogo Lluis Raventos.
En Freixenet se determina hacia qué mercados se dirigirá el desarrollo de la producción y “hemos de analizar muy bien el mercado al cual vamos a atacar. Lo que no podemos hacer es morir de éxito: vender lo que no tenemos”, declaró Raventos.
Las políticas productivas de Freixenet delinean que cada vitivinícola debe basar sus producciones en la materia prima de la región o del país donde está asentada, por lo que el reto es mayor para la Finca Sala Vivé, dado que sólo 30% de su uva es local y el resto proviene de estados colindantes.
En este caso, la uva debe ser queretana o mexicana. Para solventar su producción en Querétaro, recurren a productores de otras áreas del país, en especial de la zona centro.
El gerente de Finca Sala Vivé anticipó que han programado plantar 10 hectáreas en conjunto con un productor de la región. En el 2014 plantaron 20 hectáreas para atender su propia demanda.
La comercialización. En torno a los retos que enfrenta la industria vitivinícola, Freixenet continúa su desarrollo en el mercado local, nacional e internacional. Actualmente, 70% de su mercado es nacional.