Sempra en consorcio con Techint buscaban comprar la participación de Odebrecht de un 55% en el Gasoducto Sur Peruano, que está bajo la lupa por investigaciones de presunta corrupción en su proceso de concesión en el 2014.
Lima. Sempra anunció el miércoles que terminó sin un acuerdo la negociación con la brasileña Odebrecht para comprar el control de un proyecto de gasoducto en Perú de más de US$5.000 millones, llevando a sus socios a buscar alternativas para salvar el plan mientras el Gobierno evalúa una nueva subasta.
Sempra en consorcio con Techint buscaban comprar la participación de Odebrecht de un 55% en el Gasoducto Sur Peruano, que está bajo la lupa por investigaciones de presunta corrupción en su proceso de concesión en el 2014.
"A pesar de significativos esfuerzos, el Gobierno peruano expresó su incapacidad para proporcionar las garantías necesarias de que la concesión no sería cancelada debido a presuntas violaciones legales", dijo Sempra en un comunicado.
En negociaciones previas, Sempra tenía contemplado comprar la participación de un 50% de Odebrecht en la operación del gasoducto y Tecpetrol, una unidad de Techint, adquiriría el 5% restante.
Frente a esta situación, los otros socios del proyecto -la peruana Graña y Montero, con 20%, y la española Enagás, con 25%- trabajan con Techint en alternativas que permitan sacar adelante el proyecto "en el más breve plazo", dijo la firma peruana en otro comunicado.
Perú dijo la semana pasada que podría volver a licitar el próximo año el contrato de construcción del gasoducto, mientras que fiscales investigan la concesión del proyecto.
Odebrecht, la mayor empresa de construcción e ingeniería de Latinoamérica y que actualmente enfrenta un escándalo de corrupción en Brasil, busca concretar la venta de este proyecto en Perú mientras ofrece también otros activos en la región en busca de recaudar efectivo y pagar deudas.
Proyecto clave. Graña y Montero, cuyas acciones en la bolsa limeña han caído alrededor de un 20% en los últimos tres días por la incertidumbre en torno al proyecto, afirmó que si el Estado peruano decidiera cancelar la concesión, el contrato contempla una mecanismo por el cual recuperarían su inversión en el ducto.
Más temprano, Techint, de capitales argentinos, informó que sigue interesada en la compra de una participación minoritaria en el gasoducto. "Por parte de Techint nada ha cambiado", dijo en un correo electrónico enviado a Reuters que consultó el tema.
De acuerdo a las conversaciones, Techint también quiere comprar la participación de un 71% que Odebrecht tiene en la fase de construcción de la infraestructura del gasoducto.
El desarrollo del proyecto está retrasado porque aún no logra cerrar con un grupo de bancos un préstamo de US$4.125 millones para financiar el ducto de 1.134 kilómetros.
La obra tiene un avance aproximado de un 35% y se espera que su construcción concluya en el 2019.
El proyecto es considerado clave en Perú porque permitiría la creación de un polo petroquímico en el sur y surtiría de energía a grandes mineras que operan en el país andino.
