De acuerdo al proyecto, el gobierno podría recibir un estimado de US$50.000 millones en acciones de Petrobras a cambio del derecho de propiedad del equivalente a 5.000 millones de barriles de crudo.
Brasilia. El Senado de Brasil aprobó el miércoles en la noche una amplia reforma de la legislación petrolera del país, con la finalidad de impulsar el control del Estado sobre las enormes reservas en aguas profundas.
En una votación de 44 contra 5, con 6 abstenciones, el Senado aprobó un plan para transferir hasta 5.000 millones de barriles de reservas localizadas costas afuera bajo el lecho marino a la petrolera estatal Petrobras.
La medida allana el camino para lo que podría ser la mayor oferta de acciones del mundo en el 2010. El proyecto será enviado ahora al presidente Luiz Inácio Lula da Silva para su firma. La cesión de crudo a Petrobras es parte de un intento de Lula de inyectar nuevos fondos a la empresa.
De acuerdo al proyecto, el gobierno podría recibir un estimado de US$50.000 a US$60.000 millones en acciones de Petrobras a cambio del derecho de propiedad del equivalente a 5.000 millones de barriles de crudo del pozo Franco, en el Océano Atlántico.
Petrobras invertirá hasta US$220.000 millones en los próximos cinco años para desarrollar pozos subsal y pagar por nuevas refinerías y una incursión en combustibles renovables.
En una votación por separado, los senadores aprobaron por 38 votos a favor, 31 en contra y una abstención un plan que crea un modelo de producción compartida para reemplazar al actual sistema de concesiones en los futuros proyectos petroleros.
Ese proyecto ahora regresará a la Cámara baja, luego de que los senadores cambiaron partes del texto original.
La aprobación da a Lula una victoria legislativa clave después de años de debate sobre cómo Brasil puede asegurarse de recibir una porción justa de los ingresos creados por las enormes reservas petroleras.
Exportador de energía. Brasil espera que las enormes reservas de crudo, enterradas en lo profundo del lecho marino, bajo una capa de sal en una cuenca conocida como la región subsal, ayudarán a la economía emergente a convertirse en un país desarrollado y en un gran exportador de energía.
"Estamos consiguiendo la fortaleza financiera, operacional y legal necesaria para convertir toda esta riqueza en fondos para el desarrollo", dijo el senador Delcidio Amaral, un legislador oficialista y ex director de Petrobras, a sus colegas antes de la votación.
El proyecto crea un sistema de producción compartida para reemplazar el sistema de concesiones existente en los futuros proyectos petroleros en las reservas en aguas profundas frente a la costa del país, que están sepultadas bajo una capa de sal.
Bajo el plan, Petrobras será el único operador de los nuevos proyectos en esa región con una participación mínima del 30%.
Una vez que la Cámara baja apruebe el proyecto, Brasil podrá retomar las subastas para los campos subsal, que fueron suspendidas en el 2007, luego de que Petrobras anunció su descubrimiento, el mayor en América en tres décadas.
El proyecto incluye un "fondo social" que busca canalizar dinero para reducir la pobreza, ayudar al medioambiente y mejorar el sistema de educación, que está atrasado respecto al de gran parte del mundo.
La medida de Brasil es parte de una tendencia mundial de gobiernos que buscan un mayor control sobre los recursos naturales. Pero funcionarios brasileños hicieron hincapié en que su plan no busca hacer a un lado el capital extranjero, como ha ocurrido en lugares como Venezuela y Ecuador.