Las grandes cerveceras se reparten Latinoamérica: mientras Anheuser-Busch InBev ocupa una posición dominante en la región, SABMiller tiene un papel muy destacado en Colombia y en varias economías vecinas.
El tema de la cerveza en Latinoamérica es algo nada de menor. Un ejemplo: la compra en 2013 del Grupo Modelo de México por Anheuser-Busch InBev (valorada en US$13.249 millones) es una de los más cuantiosas registradas en América Latina y el Caribe.
Pese a que es gusto de muchos, a nivel mundial, y latinoamericano, por cierto, su producción a gran escala está en manos de pocos, por no hablar derechamente de un mercado concentrado.
Solo cinco empresas —encabezadas por Anheuser-Busch InBev (Bélgica), SABMiller (Reino Unido) y Heineken (Países Bajos)— son responsables de más del 50% de la producción cervecera mundial, según una investigación de Barth-Haas Group 2014. Cada una de estas compañías es el resultado de una amalgama de fusiones y adquisiciones, ya que el crecimiento orgánico en nuevos mercados es prácticamente imposible.
En la primera tabla que le presentamos más bajo se puede observar como la tendencia mundial a la consolidación en este mercado condujo a dos oleadas de grandes adquisiciones en América Latina y el Caribe, entre 2005 y 2006 y en el período comprendido entre 2010 y 2013.
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El resultado de estas oleadas de adquisiciones es que las cerveceras locales desempeñan un papel importante solo en un número reducido de países de la región. Las cerveceras de propiedad local tienen las mayores cuotas de mercado únicamente en Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Venezuela (República Bolivariana de) y algunos mercados del Caribe. Eso no significa que no haya marcas controladas por empresas locales en otros mercados, pero con frecuencia desempeñan un papel secundario con respecto a las grandes compañías internacionales.
El mapa presentado a continuación le permitirá tener una visión más global de la distribución de mercado.
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