El Ministerio de Agricultura recortó en abril su estimación de la cosecha de soja argentina 2011/12 a 42,9 millones de toneladas, desde los 44 millones previos, debido principalmente a la escasez de agua en la temporada actual.
Barranqueras. Las barcazas de granos esperan pacientemente entre los camalotes del Río Paraná para cargar la soja de los pocos camiones que arriban al puerto de Barranqueras, en la norteña provincia argentina de Chaco, tras una devastadora sequía que arrasó con los cultivos.
Entre diciembre y enero, el fenómeno climático La Niña provocó una sequía en Argentina, el primer proveedor mundial de aceite y harina de soja, que recortó los rendimientos de la soja.
A fines de enero, las lluvias volvieron al centro del país, donde se encuentra el núcleo agropecuario. Sin embargo, en las provincias del norte, la sequía continuó su embate hasta abril, mientras sus productores observaban cómo las pérdidas llegaban hasta el 80% o arrasaban con campos enteros.
"La sequía este año ha sido terrible. Pensábamos que la provincia iba a estar por encima de los dos millones de toneladas de soja (2011/12) y ahora estamos pensando que quizás saquemos entre 600.000 y 700.000 toneladas", detalló Antonio Crosetto, de la corredora de granos Enrique R. Zeni y Cía, en la ciudad de Resistencia, capital de Chaco.
Históricamente consideradas como zonas agrícolas marginales, las provincias norteñas de Chaco, Santiago del Estero y Salta registraron en la última década un importante crecimiento productivo de la mano de la expansión territorial de la soja, el cultivo estrella de la nación sudamericana.
En la temporada 2010/11, el norte argentino produjo cerca de 5,8 millones de toneladas de soja, casi el 10% de los 48,9 millones de toneladas recolectados en todo el país, de acuerdo con cifras oficiales.
Sin embargo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires dijo que actualmente, con más de la mitad de la soja 2011/12 ya recolectada, los rindes del grano en el norte del país oscilan entre 920 kilogramos y 1,2 toneladas por hectárea, muy por debajo de las 2,4 toneladas promedio a nivel nacional.
La entidad, que estima la cosecha total de soja del ciclo 11/12 en 41 millones de toneladas, recortó a mediados de abril su cálculo de producción del grano en 1 millón de toneladas por las mermas registradas en el noreste argentino.
"Está feo. Normalmente cosechamos por año entre 8.000 y 10.000 toneladas de soja y este año vamos a estar en entre 1.500 y 2.000 toneladas", manifestó Ricardo Fernández, productor agrícola de la localidad de Avia Terai, ubicada en el centro de Chaco, cerca de 900 kilómetros al norte de la ciudad de Buenos Aires, capital del país.
El Ministerio de Agricultura recortó en abril su estimación de la cosecha de soja argentina 2011/12 a 42,9 millones de toneladas, desde los 44 millones previos, debido principalmente a la escasez de agua en la temporada actual.
Inicialmente, el gobierno había previsto una cosecha del grano de 53 millones de toneladas, antes del arribo de La Niña.
Fernández, que posee unas 5.000 hectáreas en las que principalmente cultiva soja y maíz -los dos granos más importantes de la nación-, señaló que no va a cosechar algunos de sus lotes de soja, ya que sus rendimientos son tan bajos que no le alcanzan para cubrir los costos de recolección.
"El maíz, da pena verlo. En general no creo que sus pérdidas bajen del 70%. Hay lotes que se perdieron totalmente", añadió Fernández.
Argentina es el segundo exportador mundial de maíz y en el ciclo 2010/11 las provincias norteñas aportaron cerca del 13 por ciento de los 23 millones de toneladas del cereal recolectados.
Según la Bolsa de Cereales la cosecha de maíz 2011/12 sería de 19,8 millones de toneladas.
"Esto ya está, tiene su suerte echada. Lo que estaba rogando es que llueva para tener niveles de humedad para empezar la futura siembra (de trigo 2012/13). Estuvo lloviendo y ojalá que se siga dando", dijo Crosetto.
Mientras tanto, los productores argentinos continúan con la recolección de la soja y el maíz 2011/12, que alcanza el 68% para el cereal y el 52% para la oleaginosa, según el último reporte semanal de la cartera agrícola.