El país sudamericano es el tercer mayor exportador de maíz del mundo, pero el déficit hídrico que afecta a muchas zonas desde hace meses -y que está generando un fuerte retraso en la siembra- está llevando a analistas a recortar sus estimaciones de producción.
Buenos Aires. La sequía que ha golpeado la siembra de soja en el corazón agrícola de Argentina también afectará a la cosecha de maíz 2017/18, que sufriría pérdidas de hasta 3,7 millones de toneladas como consecuencia de una caída de los rendimientos por la escasez de agua, dijeron expertos a Reuters.
El país sudamericano es el tercer mayor exportador de maíz del mundo, pero el déficit hídrico que afecta a muchas zonas desde hace meses -y que está generando un fuerte retraso en la siembra- está llevando a analistas a recortar sus estimaciones de producción.
"El problema con el maíz no viene tanto por el lado de una menor área, sino por el impacto que la sequía va a tener sobre los rendimientos", dijo Gustavo López, director de la consultora Agritrend, que espera una cosecha de 38,3 millones de toneladas, desde los 42 millones previstos anteriormente.
Según López, en la temporada 2017/18 Argentina tendría un saldo exportable de 23,5 millones de toneladas, por debajo de los 27 millones que calculaba en un escenario climático normal.
En tanto, Pablo Adreani, titular de la consultora Agripac, dijo que recortó en 2 millones de toneladas, a 38 millones de toneladas, su previsión para la cosecha de maíz, debido a que hay zonas con pérdidas de rendimiento de hasta 50%.
El 2017 comenzó como un año muy húmedo en Argentina, con campos inundados y problemas por excesos hídricos, pero la primavera austral -cuando empieza la siembra de soja y maíz- trajo una sequía que hoy afecta principalmente al centro-norte de Buenos Aires, la mayor provincia agrícola del país.
La semana pasada, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó su estimación de cosecha de maíz casi un 4%, a 39,9 millones de toneladas, de los cuales 1 millón será destinado a forraje.
Los más optimistas creen que las pérdidas en la cosecha en las zonas golpeadas podrían ser compensadas por rendimientos mayores en otras regiones que no están afectadas por la sequía.
"Eso quizá en el promedio general te amortigüe la caída de los rendimientos por sequía", consideró Esteban Copati, analista jefe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), que ha estimado una cosecha de maíz de 41 millones de toneladas.
No obstante, esa cifra -que fue elaborada en septiembre, antes de que la sequía se instalara- podría ser recortada cuando la entidad actualice su estimación a mediados de febrero.
"Mediados de febrero es cuando se va a definir con mayor certeza el panorama general, una vez que se haya terminado de sembrar", dijo a Reuters Alberto Morelli, presidente de Maizar, que representa a la cadena comercial local del maíz.
En la campaña pasada, los agricultores argentinos cosecharon 39 millones de toneladas de maíz, según la BCBA.