La alarma creció luego que los precios de los alimentos subieran 6% en julio, mientras Estados Unidos recortó sus proyecciones para la cosecha de granos debido a la severa sequía en su región central.
Roma/Chicago. La alarma mundial sobre una posible repetición de la crisis alimentaria de 2008 escaló tras datos que mostraron que los precios de los alimentos subieron 6% en julio, mientras Estados Unidos recortó sus proyecciones para la cosecha de granos debido a la severa sequía en su región central.
El gobierno estadounidense dijo este viernes que la peor sequía en medio siglo redujo la producción de soja y maíz más de lo esperado, y estimó que las cosechas para ambos granos se verían disminuidas en un 2% y 4% respecto lo proyectado por operadores, respectivamente.
Antes del crucial reporte del Departamento de Agricultura estadounidense, la agencia alimentaria de Naciones Unidas advirtió sobre vetos a las exportaciones, tarifas y compras excesivas que empeoraron la situación hace cuatro años.
"Existe una posibilidad de que se desarrolle una situación como la que tuvimos en el 2007 y el 2008", dijo el economista y analista de granos de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Abdolreza Abbassian.
"Hay expectativas de que esta vez no se apliquen malas políticas y se intervenga el mercado con restricciones, y si eso no ocurre no veremos una situación tan grave como la del 2007/2008. Pero si esas políticas se repiten, cualquier cosa es posible", declaró.
Para sumar nuevos riesgos a la tensión por los suministros globales de alimentos, la agencia meteorológica oficial de Japón dijo este viernes que sus datos y modelos indicaban que el fenómeno climático de El Niño ya emergió y que era posible que durara hasta el próximo invierno boreal.
Temor a restricciones envios. Hasta el momento, la mayoría de los gobiernos han evitado hacer intervenciones comerciales.
El viceprimer ministro ruso dijo esta semana que no veía razones para prohibir las exportaciones de trigo, tal como hizo el país en el 2010, pero no destacó establecer tarifas a los envíos tras el fin del año calendario 2012.
Los abundantes suministros de arroz, el lento crecimiento económico y los precios del petróleo relativamente bajos también podrían ayudar a moderar el incremento de los valores en los alimentos, dijo Abbassian.
Pero están surgiendo indicios de grandes compras anticipadas y un almacenaje excesivo de las existencias.
Las exportaciones de maíz estadounidense la semana pasada aumentaron a su mayor nivel en 10 meses, en caso de que la cifra incluya una gigantesca orden realizada por importadores privados en México, el segundo mayor comprador del mundo.
Una combinación de elevados precios del crudo, creciente uso de biocombustibles, mal clima, alzas en los mercados de futuros de granos y políticas restrictivas a las exportaciones impulsaron los valores de los alimentos en 2007/2008, generando violentas protestas en países como Egipto, Camerún y Haití.
A diferencia de un incremento producido por la demanda, sin embargo, las actuales alzas en los granos han sido apuntaladas en su mayoría por la grave sequía que afecta a la región central de Estados Unidos.
Menor producción, inversiones. Tras reducir sus estimaciones para la cosecha de maíz en 12% el mes pasado, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA por sus siglas en inglés) indicó que el suministro estrecho de granos significará el menor uso de maíz en seis años y el menor uso de soja en nueve años.
El USDA basó sus nuevas estimaciones en pruebas de rendimientos en grandes establecimientos agrícolas. Los precios del maíz y la soja en la Bolsa de Chicago trepaban tras los datos del gobierno.
Los precios referenciales del maíz para entrega en diciembre, que ya han escalado más de un 60% desde mediados de junio, alcanzaron previamente un nuevo máximo de casi US$8,30 por bushel.
El aumento de los precios también está reviviendo el debate sobre el de los especuladores financieros en los mercados de materias primas.
Grandes bancos e inversores institucionales a menudo son responsabilizados por haber inflado los precios en el 2008, aunque estudios académicos y de gobiernos ofrecieron posturas divergentes sobre las causas.
Commerzbank dijo que se sumó a dos de sus pares alemanes para restringir inversiones relacionadas al sector de los alimentos al retirar productos agrícolas de un fondo de índices de materias primas.
El banco declinó dar argumentos para el cambio, pero grupos de presión y operadores afirmaron que las razones parecían estar claras.
"El incremento de los precios está creando riesgo sobre la reputación para los bancos", dijo Alexis Dawanc, ex gerente del Global Agricap Fund.
"Los grandes operadores de granos probablemente tienen mucho impacto en las transacciones de materias primas y alimentos, pero esto es parte del gran panorama. Si los precios de los alimentos siguen subiendo verás esto más y más", agregó.
Menores ganancias de empresas, El Niño. Si los grandes comerciantes de granos del mundo emergerán como ganadores o perdedores de la última alza de los precios es una cuestión no resuelta.
Una de las gigantes del sector, Cargill, reportó sus menores ganancias trimestrales en dos décadas para el periodo que terminó el 31 de mayo, antes de la sequía en Estados Unidos, y admitió que había quedado desconcertados por los mercados que alguna vez dominó.
"El desempeño de las resultados de Cargill no alcanzó nuestras expectativas, aunque fue (un período) notablemente excepcional", dijo el presidente ejecutivo Greg Page en un comunicado.
"No hemos comercializado bien en los mercados este año, que han estado movidos mucho más por fundamentos económicos y de ambiente político", manifestó.
En tanto, el índice de los precios de los alimentos de la FAO, que mide mensualmente los cambios de una cesta de granos, oleaginosas, lácteos, carne y azúcar, promedió 213 puntos en julio, un alza del 6% desde los 201 puntos registrados en junio, sostuvo la agencia de la ONU en su último reporte.
El incremento, que se produjo luego de tres meses de declives, fue impulsado mayormente por una escalada en los precios de los granos y el azúcar, mientras que los valores de la carne y los lácteos presentaron pocas variaciones, dijo la FAO.
Asimismo, el panorama climático parece sombrío. Aunque los maduros cultivos estadounidenses ahora son casi inmunes a un empeoramiento de la sequía, cosechas clave en lugares como India y Australia podrían verse afectadas por el fenómeno de El Niño, que normalmente reduce las lluvias.
La oficina de meteorología de Estados Unidos advirtió el jueves que el fenómeno de El Niño se produciría por los próximos dos meses, aunque podría debilitarse para tener un efecto moderado.
En su reporte mensual sobre la corriente climática, la Agencia de Meteorología de Japón sostuvo que sus datos para julio sugerían que el fenómeno ya había aparecido.
"Hay posibilidades bastante altas de que el fenómeno de El Niño se mantenga hasta el invierno (boreal)", indicó la entidad nipona en una declaración publicada en su página de internet.