Los trabajadores rebajaron su exigencia de un bono de US$11.000 y aceptaron en una consulta la oferta de la empresa US$5.700, luego de estancarse las conversaciones entre la minera controlada por BHP Billiton.
Antofagasta. Los trabajadores de la mina chilena Escondida, el mayor yacimiento mundial de cobre, aprobaron una propuesta de la firma para poner fin a dos semanas de huelga, que obligaron a la empresa a declarar fuerza mayor y apoyaron los precios globales del metal.
Los trabajadores sometieron la oferta de un bono de unos US$5.700 a una consulta en urnas, luego de estancarse las conversaciones entre la minera controlada por BHP Billiton, que produce un 7% del cobre mundial, y los dirigentes sindicales.
Los trabajadores pedían originalmente un bono de US$11.000.
"Salió favorecida la opción sí (a la oferta), tanto en la mina como en el sindicato (...). Una vez firmado el protocolo y el acta, se levanta la movilización", dijo a Reuters el portavoz del sindicato, Marcelo Tapia.
"Las labores podrían reiniciarse la noche del viernes. Eso ya depende de la empresa", acotó.
La firma no estuvo inmediatamente disponible para comentar el resultado.
Con la paralización, Escondida habría dejado de producir más de 40.000 toneladas de cobre, lo que equivale a un monto superior a los US$400 millones.
La votación, que se extendió hasta la madrugada del viernes, se realizó en la sede del sindicato en Antofagasta -a unos 170 kilómetros al noroeste de la mina, así como en las faenas del yacimiento.
La protesta fue uno de los factores de apoyo al precio del cobre en las últimas semanas, que trepó a su mayor nivel en casi cuatro meses, en medio de temores por la falta de suministro.
"Esto le quitará un poco de soporte (al precio del cobre), pero pienso que será más influyente para los precios es lo que pase a nivel macroecononómico en los próximos días", dijo Gayle Berry, analista de Barclays Capital en Londres.
El cobre caía un 1,7%, a US$9.194,75 por tonelada a las 1016 GMT, su menor nivel en un mes, por renovados temores por los problemas de deuda en Estados Unidos y la zona euro, y una desaceleración de la economía global.
Trabajadores ceden. El punto más álgido de las conversaciones fue un bono que no está contemplado en el contrato colectivo.
Los operarios disminuyeron sus aspiraciones de esa bonificación a unos US$8.800 desde los US$11.000 originales, en lo que estimaron una muestra de flexibilidad para negociar.
Pero la firma ratificó su oferta de unos US$5.700 por trabajador, que los trabajadores terminaron aceptando.
La paralización revivió inicialmente los temores de un contagio a otros yacimientos en Chile, pero asociaciones empresariales y otros sindicatos desestimaron que se pudieran registrar acciones similares a la de Escondida.