Cifras preliminares del gobierno sugieren que la convocatoria, de 142.000 personas en las primeras horas de la tarde, era inferior a un tercio de la participación en el punto álgido de la crisis, a mediados de octubre.
Paris. Los sindicatos de comercio franceses realizaban estesábado una octava ronda de protestas callejeras en el país paraexpresar su ira contra el alza en la edad de jubilación, aún cuando elParlamento ya aprobó la reforma.
Cifraspreliminares del gobierno sugieren que la convocatoria, de 142.000personas en las primeras horas de la tarde, era inferior a un tercio dela participación en el punto álgido de la crisis, a mediados de octubre.
"Esnormal que la convocatoria sea ligeramente inferior, dado que la ley hasido aprobada (en el Parlamento)", dijo a la prensa Francois Chereque,líder del sindicato CFDT, durante una de las marchas en París.
Ellíder del sindicato CGT, Bernard Thibault, que dijo al diario deextrema derecha l'Humanite que su organización había inscrito a hasta a8.500 nuevos miembros desde el inicio de las protestas, esperaba que laconvocatoria fuera en aumento.
El presidenteNicolas Sarkozy se ha negado a revocar la reforma pese a los ochos díasde protestas masivas y huelgas que se desarrollan desde septiembre, queen un momento provocaron grave escasez de combustible, interrupción deltransporte y violencia esporádica.
La reforma depensiones, ahora aguardando lo que se espera será un paso expedito porel Consejo Constitucional de Francia antes de que Sarkozy la firme y seconvierta en ley, elevará la edad mínima de retiro y también la edad depensión completa, a 62 y 67 años, respectivamente.
Lapostura del presidente provocó una muestra inusual de solidaridadsindical. Pero esa unidad está flaqueando, con la agrupación moderadaCFDT señalando que es tiempo de avanzar.
Lavíspera de las marchas del sábado Chereque aclaró que la intención delas protestas había cambiado. Dijo que quiere que los empleadores abrandiscusiones sobre modos de impulsar el empleo en ambos lados delespectro.