Todo se debe a la acrilamida, un producto químico que se produce durante el proceso de tostado del grano y que es un conocido carcinógeno.
California. Los científicos aún no han emitido un veredicto sobre si el café causa cáncer, pero un juez de California sí.
Y ese juez ha dictaminado que la famosa cadena de locales de café y otros expendedores de la deliciosa sustancia deberán advertir en aquel estado sobre la posibilidad de desarrollar cáncer.
Todo se debe a la acrilamida, un producto químico que se produce durante el proceso de tostado del grano y que es un conocido carcinógeno. La sustancia ha constituido la base de una lucha legal entre un pequeño grupo local sin ánimo de lucro y Big Coffee.
El Consejo de Educación e Investigación de Tóxicos quería que la industria retirara la acrilamida generada durante el proceso de tostado, tal y como ya hizo la industria de las papas fritas de bolsa hace tiempo, o que se advirtiera del peligro de la sustancia en los envases.
Por su parte, la industria, liderada por Starbucks, asegura que los niveles de acrilamida son tan bajos que no son nocivos, y que los beneficios del rico néctar cafetero sobrepasan con mucho a los riesgos.
Pero Elihu Berle, de la Corte Superior de Justicia de Los Ángeles, dijo el pasado miércoles (28.03.2018) que los productores no habían presentado en el juicio las pruebas de su argumentación. "No se han presentado pruebas satisfactorias de que el consumo de café es beneficioso para la salud humana", escribió Berle en su auto. Por lo tanto, en aquel estado de EE.UU., los envases deberán llevar advertencias sobre el peligro de desarrollar cáncer por el consumo de café.