El Servicio de Rentas Internas (SRI) no pudo subastar este jueves la principal marca comercial de la aerolínea y un grupo de 66 lemas y nombres, que fueron valorados en US$660.500.
Guayaquil. Las marcas de Ícaro, durante su primera subasta pública, no presentó, y el Servicio de Rentas Internas (SRI) no pudo subastar este jueves la principal marca comercial de la aerolínea y un grupo de 66 lemas y nombres, que fueron valorados en US$660.500.
El ente recaudador inició un juicio coactivo en contra de la compañía por un monto de US$16’096.694,93. “La deuda se generó por concepto de Actas de Determinación por Impuesto a la Renta (IR) de los años 2004 y 2005 y por IVA mensual de diciembre del 2005”, señaló el SRI.
La subasta se inició a las 13:30 local, con la lectura del proceso. Diez minutos se esperó para que se presenten oferentes.
Como parte del acto se leyó el número total de las marcas y lemas comerciales sujetos a la subasta.
Luego se establecieron dos minutos para que alguna persona se registre y consigne el valor de US$88.066,66 para entrar en la puja, pero no hubo oferentes.
Tras estos procedimientos, que duraron 19 minutos, se cerró el proceso.
Marcelo León, director regional norte del SRI, sostuvo que se realizará una segunda subasta pública para lo cual se hará una convocatoria a través de los medios de comunicación.
Si es que en ese acto no existiere interesados se procedería a una venta directa y si eso no se concreta se realizaría la donación a una institución estatal.
Antes de la ceremonia se presentó Efraín Pérez, abogado de la empresa Airfuel & Handling, declarándose propietaria de la marca desde el 2003 –cedida a la compañía aérea– por lo que a su juicio no procedía el proceso de subasta pública.
No obstante, León sostuvo que algunas de las marcas asociadas (excluidas del proceso) podrían pertenecer a esa firma por lo que no hay ninguna ilegalidad.
El SRI pidió el pasado 13 de julio al Instituto de Propiedad Intelectual (IEPI) la tutela de las marcas usadas por Ícaro.
Guido Saltos, presidente de Ícaro, presentó un oficio alegando que no fue notificado, pero el SRI indicó que lo hizo.
“El objetivo nuestro es hacer dinero, que es un beneficio para el propio contribuyente y abonar al pago de la deuda”, dijo León.
El SRI ha tomado acciones en las cuentas, créditos en tarjetas de crédito, prohibición de enajenar vehículos, así como en propiedades de Saltos.
Del total de la deuda hay un abono de alrededor de US$900.000 obtenidos con embargos de créditos y de quienes debían a Ícaro.
A decir del SRI, los aviones que usa Ícaro no están a nombre de esa firma, excepto uno que es parte de un proceso coactivo que lo lleva adelante el IESS, tampoco están registrados bienes inmuebles.
Con Ícaro ha habido acercamientos, aseveró León, pero no pagos.
La compañía, que tiene 40 años de operaciones, inició el mes pasado, ante la Superintendencia de Compañías, el trámite para la disolución voluntaria tras reconocer que atraviesa por problemas, aunque intenta frenar ese proceso.
