El Departamento de Trabajo dijo este martes que el índice desestacionalizado de los precios recibidos en granjas, fábricas y refinerías trepó un 0,8% tras permanecer plano en agosto.
Londres. Los precios al productor en Estados Unidos subieron en septiembre a su mayor tasa en cinco meses debido a un alza en el costo de la gasolina, pero una pequeña alza en los precios subyacentes sugirió que es improbable que la presión de precios sea sostenida.
El Departamento de Trabajo dijo este martes que el índice desestacionalizado de los precios recibidos en granjas, fábricas y refinerías trepó un 0,8% tras permanecer plano en agosto.
Los economistas esperaban que los precios se elevaran un 0,2%.
Si se excluyen los costos de los alimentos y la energía, los precios mayoristas se elevaron un 0,2% el mes pasado, tras subir un 0,1% en agosto.
"Un crecimiento más lento en el exterior sugiere una moderación adicional en la demanda de materias primas hacia el cuarto trimestre, lo que probablemente se traduzca en una moderación de la inflación", comentó Lindsey Piegza, economista de FTN Financial en Nueva York.
Los precios de la deuda del Tesoro recortaron sus ganancias con el dato.
El dólar redujo brevemente su avance contra el euro y las acciones en Wall Street cayeron por la advertencia de Moody's sobre la calificación crediticia de Francia y el menor crecimiento de China.
Los precios de la gasolina subieron un 4,2%, el mayor aumento desde marzo, tras caer un 1% en agosto.
Economistas, sin embargo, desestimaron una escalada en la gasolina y explicaron que se trató de la manera en que se ajustó la cifra para tratar de suavizar la volatilidad estacional.
"Probablemente no apuntaba a una nueva tendencia de mayor inflación", dijo Gary Thayer, estratega jefe macro en Wells Fargo Advisors en St. Louis, Missouri.
Pero algunos dijeron que existía el riesgo de que el dato del miércoles podría mostrar una sorpresa al alza en los precios al consumidor en septiembre.
Según un sondeo de Reuters, el índice de precios al consumidor habría subido un 0,3% el mes pasado tras un 0,4% en agosto.
Inflación se ve contenida. Dado el débil ambiente económico, es poco probable que la fuerte alza en los precios mayoristas del mes pasado genere un incremento generalizado en las presiones inflacionarias.
Además, probablemente tendrá poco impacto en la Reserva Federal, que se centra en la inflación al consumidor subyacente, mientras evalúa alternativas adicionales para apuntalar la anémica recuperación y reducir el desempleo que supera el 9%.
La presiones sobre el banco central estadounidense para un mayor estímulo monetario se ha suavizado en las últimas semanas mientras cifras de ventas minoristas y de balanza comercial sugieren que el crecimiento económico se aceleró en el tercer trimestre, tras una tibia tasa anual de 1,3% en el segundo trimestre.
El mejor tono de la economía está empezando a filtrarse hacia el flojo mercado de la vivienda. La confianza de los constructores de casas subió este mes a su mayor nivel en casi un año y medio, dijo la Asociación Nacional de Constructores de Vivienda.
El índice del Mercado de la Vivienda NAHB/Wells Fargo trepó a 18, el nivel más alto desde mayo del 2010, desde 14 en septiembre. Economistas esperaban que el índice se elevara a 15.
Pero aún permanece bajo 50, lo que significa que la mayoría de los constructores cree que las condiciones del mercado son pobres.
El mes pasado, los precios de los alimentos subieron un 0,6 por ciento, tras un alza del 1,1% en agosto.
En 12 meses a septiembre, los precios al productor acumulan un alza del 6,9%, acelerándose respecto del 6,5% a agosto.
A nivel subyacente, el índice fue impulsado por una subida del 0,6% en los precios de los camiones livianos, alza que representó un tercio del incremento total del indicador.
Los camiones livianos habían subido un 0,1% en agosto.
Los precios de los vehículos de pasajeros, en cambio, cayeron un 0,5% tras bajar un 0,4% el mes anterior.
En 12 meses hasta septiembre, los precios subyacentes suben un 2,5%, igual alza que en los 12 meses a agosto pero superior a la tasa de 2,4% esperada por los economistas.
En tanto, Estados Unidos registró ingresos de capitales netos por US$89.600 millones en agosto, ya que se cuadruplicaron las compras de deuda de inversores extranjeros pese a que una agencia despojó ese mes a Estados Unidos de su máxima calificación crediticia AAA.
De este modo, revirtió la cifra de julio, que fue revisada a una salida de capitales por US$52.400 millones.
Los flujos de capitales netos de largo plazo, sin contar swaps y otros activos, fueron de US$57.900 millones, dijo el Departamento del Tesoro.