Los sindicatos chilenos quieren plasmar en sus demandas las mejores perspectivas previstas para el mineral pese a la caída en el valor de las últimas semanas, mientras que las empresas prefieren actuar con cautela.
Santiago.- La industria del cobre en Chile mantiene un riesgo latente por una tensa negociación contractual y un descontento sindical que agregan incertidumbre a un mercado susceptible al fantasma de las huelgas y protestas, en medio del impacto de la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Los gremios chilenos, que protagonizarán una docena de discusiones laborales en el segundo semestre del año, quieren plasmar en sus demandas las mejores perspectivas previstas para el mineral pese a la caída en el valor de las últimas semanas, mientras que las empresas prefieren actuar con cautela.
Un informe de Banchile-Citi proyectó recientemente una recuperación del precio del metal hacia fines de año, al equivalente de unos US$6.800 por tonelada, en un escenario en que se alivien las tensiones globales, además de los problemas de oferta que se vislumbran a más largo plazo.
Estados Unidos y China se impusieron aranceles mutuos a importaciones en una intensa disputa que ha golpeado a los mercados. El gigante asiático es el mayor consumidor global de materias primas.
Desde el Gobierno confían en que la situación ayude a lograr acuerdos y evitar episodios como la histórica huelga de 44 días en Escondida el año pasado, que sacudió al mercado mundial del cobre y dejó enormes pérdidas económicas en Chile.
"Creemos que la experiencia que nos ha dejado como país el paro tan largo (...) nos hace generar un aprendizaje de que ese no es el camino", dijo a Reuters el ministro de Minería, Baldo Prokurica.
Entre las discusiones pendientes están algunas de la estatal Codelco, mayor productora global del metal, y de Escondida, controlada por BHP.
Pero al momento, las posiciones entre el poderoso gremio y la mina de BHP son distantes y los trabajadores ya asomaron la posibilidad de una nueva huelga.
"Nuestras expectativas para estas negociaciones se mantienen en alza independiente de la caída transitoria del precio del cobre", dijo Carlos Allendes, portavoz del sindicato de Escondida, el mayor yacimiento mundial del metal.
Otros flancos. Las minas con procesos laborales pendientes este año -entre las que están Caserones de Lumina Copper y Sierra Gorda de la polaca KGHM- concentran más de un tercio de la producción total de Chile.
En tanto, pese a que Codelco ha logrado firmar contratos en varias de sus minas con condiciones más austeras frente a los jugosos bonos otorgados durante el auge de las materias primas, la paulatina recuperación del precio aviva las expectativas.
Los sindicatos de la estatal en su mina El Teniente -actualmente la de mayor producción- solicitaron adelantar la discusión contractual, atenuando -aunque no descartando- la posibilidad de conflictos.
Pero además de las discusiones pendientes, la minera enfrenta fisuras sindicales a raíz de los ajustes de personal previstos en la emblemática mina Chuquicamata, donde los trabajadores amenazaron con paralizaciones.
Y aunque los trabajadores bajaron la amenaza para iniciar un diálogo con la gerencia, el riesgo de protestas persiste de no fructificar acuerdos en el asunto.
Esto sumará tensión a una industria que enfrentará otra veintena de negociaciones en 2019.