Una acción popular interpuesta por la Corporación Autónoma Regional De Orinoquia (Corporinaquia) ante el Tribunal Administrativo de Casanare, alegando que el proyecto El portón podría afectar las aguas subterráneas cercanas a Yopal, obligó a la compañía canadiense a frenar sus actividades en ese territorio.
En una entrevista publicada por El Espectador en enero de 2016, Gary Guidry, CEO de la petrolera canadiense Gran Tierra Energy, aseguró que a pesar de los bajos precios del petróleo, Colombia sería la gran apuesta de la compañía para los próximos años. "Los proyectos fronteras que tenemos en Perú y Brasil se dejarían de hacer y nos enfocaríamos en las cuencas probadas de Colombia como son Llanos, Valle Superior del Magdalena y el Valle Medio", afirmó en Guidry
Durante 2016, las expectativas de la empresa se cumplieron. Con una producción diaria de 32.000 barriles de crudo y un consolidado de 9,2 millones de barriles al año, correspondientes a la explotación de posos en Putumayo, Casanare y Magdalena Medio, la compañía se convirtió en uno de los actores más relevantes en el mercado local de hidrocarburos.
Sin embargo, en la tarde del viernes, Gran Tierra Energy informó, mediante un comunicado de prensa, que "desmovilizará el taladro y los otros equipos relacionados con la perforación del pozo Prosperidad 1, ubicado cerca a Yopal, debido a la falta de certeza y demoras que genera la acción legal presentada por Corporinoquia en contra de Gran Tierra y la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales –ANLA".
La decisión de la empresa responde a una acción popular interpuesta por la Corporación Autónoma Regional de la Orinoquía, alegando que el proyecto El portón podría afectar y contaminar las aguas subterráneas cercanas a Yopal, De acuerdo con el comunicado emitido por la multinacional, no es posible continuar con las operaciones porque, teniendo en cuenta el cronograma, una eventual resolución del problema tardaría mucho tiempo.
"Infortunadamente, esta situación implica el cese de actividades en la zona, y por ende, la terminación de contratos de mano de obra calificada y no calificada, y de productos y servicios con contratistas regionales y nacionales; y la suspensión de los proyectos de inversión social", añadió la empresa.
En entrevista con El Espectador, Francisco Lloreda, presidente de la Asociación Colombiana de Petróleo, aseguró que la decisión de Gran Tierra es infortunada, pero comprensible."Con la circunstancia actual de incertidumbre jurídica que vivimos en Colombia, la empresa no tenía otra opción que parar sus operaciones". Lloreda hizo un llamado para que las entidades estatales respeten las reglas del juego acordadas y no desestimulen la inversión extranjera.