Los reclamos de un grupo de trabajadores subcontratados acantonados en campos petroleros fueron recogidas por el ministro de Minas y Energía, miembros del legislativo y la mesa directiva de la empresa petrolera canadiense.
Bogotá. Trabajadores acantonados en los campos petroleros que opera Pacific Rubiales desnudaron los problemas labores que enfrentan y que ha sido la semilla de las protestas que llevaron a la región a dejar de recibir cerca de US$10 millones en regalías.
Las quejas fueron recogidas por el gobierno en cabeza del ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, y por miembros de la comisiones quinta de Senado y Cámara. Igual estuvo la mesa directiva de la empresa petrolera canadiense.
Representantes del legislativo consideraron que el problema que ha desatado las protestas está intimamente ligado con la tercerización laboral. Los contratistas se quedan con buena parte del presupuesto destinado para las diferentes labores subcontratadas, dijo un parlamentario que prefirió el anonimato.
Ronald Pantin, CEO de Pacific Rubiales, se comprometió a revisar este esquema. Dijo que todos "debemos trabajar alineados para conseguir el mismo propósito. Nosotros por donde vamos pasando queremos dejar el bien", destacó. "Nosotros somos una empresa que creemos en lo social y en lo ambiental de corazón. Este es mi compromiso con ustedes", dijo.
A los contratistas les advirtió que "si alguna compañía contratista se equivoca con ustedes (los trabajadores) se equivoca con Pacific Rubiales, eso no lo vamos a aceptar. Todo es para bien, lo que no es para nadie bien son los dos hechos de violencia que ocurrieron acá en los campos".
Pantin recordó que con la primera vez de protestas el país perdió 500.000 barriles y la segunda 850.000 barriles. "Nadie ganó en esto. Por la vía del diálogo pueden hacer lo que quieran", dijo.