Pese a la devaluación de 25% que ha sufrido el peso colombiano desde mayo, el Gobierno dice que la valoración de la estatal se hará en esta moneda. Hay una demanda en curso por detrimento patrimonial que podría frenar la venta.
Isagén está en venta una vez más. La decisión fue tomada por el Consejo de Estado al declarar legal el decreto que le permite al Gobierno vender el 57,6% de su participación en la generadora de energía por un monto no menor a los $5,2 billones (US$1.680 millones). Tras conocerse la noticia, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, indicó que se comenzaría a trabajar de inmediato para definir los detalles de la subasta de la estatal, contactando a los ofertantes que sigan interesados y actualizando el valor de la compañía, pues han pasado casi cuatro meses desde la suspensión.
Los cuestionamientos sobre el nuevo precio de venta de Isagén, una compañía que registró un incremento de 40% en su utilidad neta en el segundo trimestre de 2015, giran principalmente en torno al encarecimiento que el dólar ha experimentado dentro de Colombia en los últimos cuatro meses. Desde el 14 de mayo, día en que el Consejo de Estado suspendió la venta, la tasa de cambio ha pasado de $2.414 a $3.043, nivel en el que cerró ayer.
Los opositores de la privatización de la generadora de energía alegan que la devaluación de más de 25% que ha sufrido el peso en este período les da un mayor poder adquisitivo a las firmas extranjeras que buscan quedarse con la estatal, por lo que exigen un ajuste con respecto a la valorización de la divisa estadounidense. Esta petición implicaría que el valor de venta de Isagén pasaría de $5,2 a $6,5 billones (US$2.100 millones). Pese a los reclamos, Cárdenas fue enfático en que la valoración de la empresa se hará en pesos, debido a que sus ingresos son en la misma denominación.
De acuerdo con el analista de renta variable Ómar Suárez, “en efecto, la valoración de Isagén debe ser en pesos, porque sus ingresos también están en esta moneda. Si bien la firma extranjera que compre la estatal está en ventaja porque hará el pago en dólares, hay que considerar que deberá recuperar su inversión en pesos. Además existen motivos para pensar que los pretendientes de la compra han perdido interés en la transacción por factores como la incertidumbre política en torno a la operación, el repunte de la inflación y el mayor riesgo país de Colombia”.
Mientras la valoración de Isagén sigue siendo un foco de discordia, está en curso una demanda interpuesta por 12 senadores de cinco diferentes colectividades. El congresista Iván Duque es uno de los que participaron en ella y afirma que el contenido del recurso podría volver a suspender la privatización de la estatal.
De acuerdo con el senador del Centro Democrático, la demanda señala que la venta de Isagén representa “un detrimento patrimonial para la Nación por la incorrecta valorización que se hizo. El costo de la compañía es mayor si se tienen en cuenta los activos en materia medioambiental y de inteligencia del sector, y activos de propiedad intelectual que nunca fueron valorados. Además, la privatización va en contra del interés estratégico del país sobre seguridad energética”.