Inicialmente, la empresa, que actualmente afronta una fuga de gas en su plataforma Elgin, frente a la costa de Escocia, en el Mar del Norte, fue hallada culpable por el daño ocasionado a una vasta extensión de la línea costera y a la vida silvestre en la bahía de Vizcaya.
París. El máximo tribunal francés podría anular un veredicto en contra del gigante petrolero Total por un devastador derrame de petróleo en 1999 frente a la costa británica, dijo este viernes una fuente legal a Reuters.
Total, que actualmente afronta una fuga de gas en su plataforma Elgin, frente a la costa de Escocia, en el Mar del Norte, fue hallada culpable por el daño ocasionado a una vasta extensión de la línea costera y a la vida silvestre cuando el buque Erika que había alquilado se averió durante una tormenta en 1999 y derramó cerca de 20.000 barriles de petróleo en la bahía de Vizcaya.
El Tribunal de Casación, la más alta jurisdicción francesa, emitirá un dictamen el 24 de mayo sobre la apelación de Total en contra de ese veredicto y una fuente con acceso a documentos del caso dijo que un fiscal público recomendará la anulación definitiva del fallo basándose en que el buque petrolero no se hundió en aguas francesas.
La embarcación de propiedad italiana se encontraba en aguas consideradas como una zona económica exclusiva y fuera de territorio francés cuando se hundió, mientras que, además, portaba una bandera de Malta, condiciones que limitan la aplicabilidad de las leyes francesas.
Total ha enfrentado costes de limpieza por casi 400 millones de euros, y una multa de 375.000 euros, aunque la anulación del fallo dejaría a la petrolera libre de toda responsabilidad y culparía a los propietarios italianos del buque por el accidente.
Corinne Lepage, abogada de las partes demandantes que buscaron un juicio civil, dijo que sería injusto que Total se libere de la responsabilidad de uno de los peores desastres ambientales de Francia.
Total no hizo comentarios al respecto.
El fallo inicial por el accidente del buque Erika dictaminó que la compañía francesa debía pagar 192 millones de euros por daños a grupos ecologistas, autoridades locales y otras partes implicadas en la operación de limpieza del derrame.
El accidente causó la muerte de decenas de miles de aves marinas y afectó unos 400 kilómetros de costa.