El tribunal federal determinó que no tiene facultades para resolver un recurso legal de PHI México -en la que tienen participación Dupont y Pioneer- que impugnó disposiciones de una ley de acciones colectivas.
Ciudad de México. Un tribunal resolvió este viernes mantener medidas cautelares que impiden la siembra comercial de maíz transgénico en México, pero dejó en manos de la Suprema Corte decidir la constitucionalidad de disposiciones en la ley que las sustentan, en el último capítulo de una larga controversia en torno al cereal.
El tribunal federal determinó que no tiene facultades para resolver un recurso legal de PHI México -en la que tienen participación Dupont y Pioneer- que impugnó disposiciones de una ley de acciones colectivas, dijo el abogado del grupo que promueve un juicio para evitar la siembra de maíz transgénico en México, René Sánchez.
"Su argumento es que no va a entrar al estudio de la constitucionalidad de ley porque le toca a la Suprema Corte y, por lo tanto, deja la cosas como están hasta que la Corte decida si lo va a estudiar o no, si lo va a resolver o no", dijo Sánchez a Reuters.
"La única manera que tenían para levantar y permitir la siembra era conceder el amparo, no lo están concediendo, no están resolviendo sobre eso", añadió.
Hasta ahora, México permite la siembra experimental con fines científicos en superficies de hasta una hectárea y la siembra piloto no comercial con medidas de contención en áreas de hasta 10 hectáreas. Ambas deben estar bajo vigilancia de un juez. La siembra comercial se mantiene prohibida en todo el país.
Empresas como Monsanto, DuPontPioneer y Singenta están a la espera de que México elimine las barreras a la siembra transgénica, medida a la que ambientalistas se oponen por temor a contaminación de variedades nativas en el país que es visto por muchos como la cuna de maíz.
"Somos optimistas en cuanto al sentido que seguramente habrá de resolver la Corte a este tema levantando la suspensión", dijo a Reuters Alejandro Monteagudo, portavoz de la asociación que agrupa a las empresas de biotecnología en México.
Las medidas cautelares forman parte de un juicio promovido por la Colectividad del Maíz, agrupación formada por campesinos, investigadores y ambientalistas, entre otros, desde 2013.
El juicio ha logrado frenar la siembra comercial que parecía muy cercana a finales del 2012. De acuerdo a observadores, una decisión final sobre el futuro de la siembra comercial en México debería darse el año que entra.
"Hay una ley de bioseguridad y hay un marco jurídico que se tiene que respetar y si se levanta la medida cautelar lo que nosotros tendremos es la posibilidad de solicitar esos permisos", dijo a Reuters el abogado de Monsanto México, Rodrigo Ojeda.
México, donde la tortilla de maíz es parte fundamental de la dieta básica, perdió hace unas décadas la autosuficiencia en la producción del grano, por una mezcla de factores que incluye los efectos climáticos adversos como sequías y heladas.
El país produce en su mayoría maíz blanco para consumo humano, pero es altamente deficitario en maíz amarillo para consumo pecuario, del que importa más de 10 millones de toneladas al año desde Estados Unidos.