La creadora de los recipientes herméticos para transportar y conservar alimentos retoma su operación directa en Colombia, después de que durante 10 años estuvo manejada por un importador.
La situación sociopolítica que vivía Colombia a principios de siglo hizo que la empresa americana Tupperware decidiera abandonar la operación directa en Colombia, dejando la distribución de sus productos a un importador. En ese momento, los artículos para el hogar como tazones, moldes, jarras y diferentes envases necesarios para la preparación y conservación de alimentos que fabrican, pasaron a los mostradores de diferentes almacenes de cadena, dejando un poco de lado su principal estrategia de negocio que es la venta directa tipo party plan (presentaciones en reuniones de grupo), y, de paso, la oportunidad de negocio para muchos colombianos.
Pasaron 10 años y según Mauricio Restrepo, director Comercial de Tupperware Colombia, “la compañía viendo otra vez la situación positiva en lo que respecta a los mercados y las inversiones de capital que están haciendo todas las empresas, decide volver a coger la marca directamente y comenzar nuevamente el proceso, renegociando lo relacionado con el importador”.
Esta empresa que tiene presencia en más de 100 países de todos los continentes y que en 1947 presentó un producto que llamaron ‘tazón maravilla’ (recipiente hermético que le dio vida a todos los que se utilizan para guardar comida), decidió regresar a Colombia e invertir US$6 millones para reiniciar su operación en las principales ciudades.
Desde principios de este año está rodando la inversión inicial de Tupperware y en este momento cuentan con más de 2.500 personas vendiendo sus productos, que ya no se distribuyen por medio de almacenes de cadena.
Restrepo dice que esperan quintuplicar esta cifra en los próximos cinco años, mediante un programa en el que buscan vendedores independientes que afilien a otras personas y al cabo de completar un equipo de cinco escalan posiciones dentro de la pirámide que establece la compañía.
Tupperware llega fortalecida al país, después de haber facturado US$3 billones el 2010 y haber registrado cifras de crecimiento en los años 2008 y 2009, cuando desde Estados Unidos (su casa matriz) se registraba una crisis que afectó a gran parte del sector industrial.
En cuanto a cifras locales, Restrepo dice que el 2010 vendieron $3.500 millones y que aunque no pueden entregar datos concretos de lo que está ocurriendo actualmente porque todavía no han cerrado su periodo de facturación anual, dice que van creciendo al 55%.
La empresa cumple en 2012 dos décadas de presencia en Colombia (los últimos años vía importador), país que dentro del mercado suramericano ocupa la cuarta posición en ventas, debajo de Brasil, Argentina y Venezuela, respectivamente, es el nuevo mercado en el que esperan solidificar sus cifras, como en las mejores épocas de la organización.
Una muestra más de que el buen clima de negocios que están viendo muchas empresas en el país puede representar una oportunidad de trabajo para miles de colombianos que desde sus hogares tienen la oportunidad de generar ingresos.