El tráfico de turistas internacionales podría llegar a crecer por encima de 4% en el conjunto del año, dijo este martes la Organización Mundial del Turismo.
El tráfico de turistas internacionales empezó a mostrar signos de recuperación en los primeros cuatro meses de 2010 y podría llegar a crecer por encima del 4% en el conjunto del año, dijo este martes la Organización Mundial del Turismo.
Entre enero y abril, las llegadas de turistas internacionales crecieron un 7% en todo el mundo impulsadas por Asia, con un total de 258 millones de personas, dijo el secretario general de la OMT, Talef Rifai.
El tráfico de turistas en Asia aumentó un 12% entre enero y abril, en tanto que el continente americano experimentó una mejora del 6% y el africano del 7%. Mientras, Europa registró un tímido avance del 0,3%.
"Se confirma que la industria ha comenzado a recuperarse, pero aún no hemos llegado a nuestro destino", dijo Rifai en rueda de prensa.
Las previsiones anunciadas a principios de año por la OMT apuntaban a un crecimiento del tráfico de turistas internacionales de entre el 3% y el 4% para el conjunto de 2010, aunque los datos del comienzo del año han llevado al organismo a mejorarlas ligeramente.
"Se acercará más al 4% y podrá superarse. Dependerá de la temporada de verano", señaló el secretario general de la OMT.
En cuanto a España, Rifai pronosticó un moderado crecimiento en la entrada de turistas internacionales para el conjunto del año, sin dar más detalles al respecto.
La llegada de turistas extranjeros en el país se redujo un 2,8% en los cinco primeros meses del año por el cierre temporal del espacio aéreo europeo provocado por la erupción de un volcán en Islandia en abril y mayo. Sólo en abril, el dato cayó un 13% por la nube de ceniza.
La crisis financiera internacional provocó a mediados de 2008 una fuerte caída en el tráfico de turistas y una contención del gasto que llevó al sector a reducir de forma drástica sus precios y a ajustar su capacidad para adaptarse a la nueva coyuntura.
Esta situación, unida a la crisis de deuda griega, a la volatilidad de las divisas y a la nube de ceniza volcánica, que interrumpió temporalmente el tráfico aéreo europeo en abril y mayo, han supuesto un duro lastre para la recuperación del sector en el último año.