Las nuevas medidas prohibirían nuevas inversiones, asistencia técnica y transferencia de tecnologías en petróleo y gas, reduciendo su capacidad de refinamiento.
Bruselas. Líderes de la Unión Europea acordaron el jueves sanciones más severas contra Irán, incluyendo medidas para bloquear las inversiones en el sector de petróleo y gas y reducir sus capacidades de refinamiento y gas natural.
Las medidas van sustancialmente más allá de las sanciones acordadas por Naciones Unidas el 10 de junio y buscan presionar a Teherán para que regrese a las conversaciones sobre el programa de enriquecimiento de uranio, que potencias occidentales creen está diseñado para producir armas nucleares.
Las acciones, que podrían entrar en efecto dentro de semanas, se centrarán en el comercio y abarcarían artículos de doble uso, la banca, compañías de seguros, el sector de transportes de Irán -incluyendo transporte de cargas por vías aéreas y marítimas- y sectores clave de la industria de gas y petróleo.
Las sanciones en el sector energético prohibirían "nuevas inversiones, asistencia técnica y transferencia de tecnologías, equipamiento y servicios relacionados con estas áreas, en particular vinculadas con la refinación, licuefacción y tecnología de gas natural licuado (GNL)", señalaron jefes de Estado y de gobierno en sus conclusiones.
Las medidas van más allá de lo que algunos diplomáticos habían previsto y probablemente sumen fuerte presión financiera sobre Irán, que es el quinto mayor exportador de petróleo del mundo, pero tiene pocas capacidades de refinamiento.
"El Consejo Europeo lamenta profundamente que Irán no haya tomado las muchas oportunidades que se le ofrecieron para terminar con las preocupaciones de la comunidad internacional por la naturaleza del programa nuclear iraní", dijeron líderes de la UE. "Bajo estas circunstancias, nuevas medidas restrictivas se han vuelto inevitables", precisaron.
Diplomáticos dijeron que algunos Estados de la UE, principalmente Alemania, que tiene grandes inversiones en el sector de petróleo y gas de Irán, tenían preocupaciones respecto al fortalecimiento de sanciones, pero ante esta situación todos los Estados miembros de la UE apoyaron un severo comunicado.
Irán niega que su programa nuclear apunte a producir armas, diciendo que busca la generación de energía y otros fines pacíficos.
Los pasos de la UE coinciden con los esfuerzos del Congreso de Estados Unidos para preparar su propio paquete de medidas adicionales en contra de la república islámica, que se sumarán a la resolución de sanciones de la ONU, que fue suavizada por la oposición china y rusa.
El impacto político de las acciones de la ONU también quedó minado por los votos de Turquía y Brasil en contra del paquete.