Tras cambiar a sus jefes de división, Steve Ballmer tomará un rol más activo sobre esta parte de la empresa con la intención de potenciar el área y competir con Apple y Google.
Seattle. La decisión de Microsoft de cambiar a los jefes de su división de móviles y juegos la semana pasada, dándole control directo al presidente ejecutivo, Steve Ballmer, sobre su plan para alcanzar a Apple y Google en el floreciente mercado de los teléfonos inteligentes, indica su determinación de subirse a la próxima ola de la informática.
Pocos esperan que un cambio en la dirección convierta la unidad de entretenimiento y móviles de la noche a la mañana en un asesino del iPhone, o en una máquina de beneficios que le robe ingresos a la consola de videojuegos Wii.
"El fracaso no es una opción", dijo Sid Parakh, analista de tecnología en McAdams Wright Ragen, en Seattle.
"Android y el iPhone han tomado mucha delantera, va a ser una batalla difícil y cuesta arriba. Pero es algo que tienen que hacer", agregó.
Hace varios años, Microsoft apostó su futuro a lo que llamó "tres pantallas y una nube", la televisión, la computadora personal y el teléfono, todo conectado a Internet.
"El móvil es una pieza crucial de esto", dijo Parakh. "Todos estamos haciendo cada vez más con nuestros móviles", agregó.
La empresa de software tiene trabajo que hacer para recuperar su puesto en el mercado de teléfonos inteligentes -aquellos con funciones similares a las de una computadora sencilla-, un sector en el que ha retrocedido hasta el quinto puesto, por detrás del sistema operativo Android de Google, el iPhone de Apple, la BlackBerry de Research In Motion y el sistema Symbian de Nokia.
El nuevo sistema operativo Windows Phone 7, que empezará a aparecer en los teléfonos para la Navidad, podría ser la última oportunidad de Microsoft para mantener su puesto en los corazones y las mentes de los consumidores, mientras nuevas formas de programación van ganando terreno.
La gente cada vez hace más en sus teléfonos inteligentes sin Windows y menos en sus computadoras con Windows.
El iPad de Apple, que el jueves pasado se lanzó en otros nueve países, es un éxito, y los fabricantes de hardware se están apresurando a lanzar dispositivos rivales en formato Tablet PC, la mayoría en plataformas que no son Windows.
Incluso el viejo aliado de Microsoft, Hewlett-Packard, está lanzándose por su cuenta, y ha comprado Palm para utilizar su sistema operativo en sus próximos dispositivos en versión tableta.
"Esta es su última oportunidad. Si no tienen éxito esta vez, ya no importará", dijo Jack Gold, de la firma de investigación J.Gold Associates.
"Pero tienen un gran fondo de guerra. Pueden mantener este ritmo para siempre si lo escogen, si quieren financiarlo", agregó.
Cambiando las cosas. La salida de Robbie Bach, de 48 años y que dirigió durante mucho tiempo la unidad de entretenimiento y telefonía, supone que los directivos a cargo de juegos y teléfonos -Don Mattrick y Andy Lees, respectivamente- responderán directamente ante Ballmer.
Es probable que el presidente ejecutivo los presione a fondo. Al lanzar Windows Phone 7 en Barcelona este año, Ballmer subrayó la importancia de este mercado para su empresa.
A su vez, la división de entretenimiento está en una posición más fuerte, suministrando la mayoría, sino todo, de los 851 millones de dólares de beneficios operativos que hizo la unidad en los primeros nueve meses de este año fiscal.
Tras una inversión considerable, Xbox Live, la plataforma de juego en línea de la consola Xbox 360, es ahora el mejor ejemplo que tiene la compañía de negocio rentable de computación en nube, indicó Parakh, y de algún modo ha alcanzado la visión de la Xbox como el centro del entretenimiento del salón.