Nombre de socio inversionista de la hondureña Empresa Nacional de Energía Eéctrica (ENEE) -y que deberá ejecutar inversiones por US$450 millones- se conocerá el 31 de julio de este año.
La nueva empresa que administre el sistema de distribución de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica absorberá alrededor de 1.200 empleados de la ENEE para su operación.
Así se encuentra establecido en el plan de rescate de la estatal eléctrica, que entre sus componentes más importantes destaca la creación de tres unidades de negocios: distribución, transmisión e iluminación, las que serán manejadas por operadores privados nacionales o internacionales.
También lo establece la Ley General de la Industria Eléctrica (Decreto 404-2013), la que fue publicada en La Gaceta 33,431 del 20 de mayo de 2014.
Agrega que los activos, pasivos y el personal de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica deben ser divididos y transferidos a cada una de estas nuevas empresas según corresponda a la naturaleza de sus funciones, con absoluto respeto de los derechos laborales de los trabajadores.
El nombre de la empresa que administrará el componente de distribución se espera que se conozca a más tardar el próximo 31 de julio, de acuerdo con lo declarado por el secretario de Finanzas, Wilfredo Cerrato, quien preside el comité técnico del fideicomiso de distribución.
Una empresa colombiana y una canadiense son las que se presentaron en la etapa de precalificación, quienes deberán presentar sus ofertas técnicas y económicas. Se estima que la inversión requerida en el sistema de distribución de la estatal eléctrica es de alrededor de US$450 millones de dólares en un período de dos a tres años.
La compañía que resulte ganadora del concurso público internacional que administra Banco Ficohsa, además de la inversión requerida, deberá reducir las pérdidas eléctricas en 17 puntos, o sea de 32% a 15% en un período no menor de cinco años.
Al 31 de mayo de 2015, la Empresa Nacional de Energía Eléctrica reportó una planilla de 3.214 empleados permanentes, de los que 1.050 fueron suspendidos por 120 días debido a la situación de iliquidez que atraviesa.
El secretario del Instituto de Servicios Públicos (Insep), Jesús Mejía, considera que la ENEE puede operar con 2.500 empleados, sin embargo, en la actualidad la nómina se redujo a 2.150 con la suspensión temporal.
Miguel Aguilar, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (STENEE), aseguró que la evaluación del personal fue realizada por el Proyecto de Mejora de la Eficiencia del Sector Energía (Promef) del Banco Mundial (BM).
Recurso humano. El socio inversionista que se adjudique la licitación pública internacional requerirá inicialmente de más de 1.000 empleados, sobre todo personal técnico, para atender la red de distribución de la ENEE. Aguilar considera que la nueva empresa requerirá de una mayor cantidad de personal, ya que hay regiones del país, especialmente en el litoral atlántico, en donde la situación del suministro eléctrico es grave.
Se estima que de los 3.214 empleados permanentes que emplea la estatal eléctrica, que incluye los suspendidos, el número de personal que ha venido atendiendo el componente de distribución alcanza las 1.500 plazas. No obstante, será la nueva empresa de distribución la que decida el número de personal que requerirá.
Sistema de distribución. Una investigación del Banco Mundial (BM) encontró que las redes de distribución de la ENEE se clasifican en tres grupos.
El primero sirve a los centros de carga más grandes, con más de 10.000 clientes cada uno, específicamente en ciudades como San Pedro Sula, Puerto Cortés, El Progreso, Tela, La Ceiba, Tegucigalpa y Choluteca, en donde se espera que se ocupen 600 personas.
Los sistemas de este grupo fueron reconstruidos por el Proyecto Siete Ciudades entre 1994 y 1999, aplicando normas de diseño y construcción modernas adoptadas por la estatal eléctrica para los grandes centros.
El segundo grupo está formado por redes que sirven a pequeñas comunidades con menos de 3.000 clientes, construidas durante los últimos 20 años por los programas de electrificación rural. Estas redes tienen condiciones técnicas aceptables, aunque sus circuitos secundarios son a veces muy largos, lo que puede causar fuertes caídas de voltaje y altas pérdidas.
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No obstante, los niveles de demanda son muy bajos, lo que limita el impacto de estas condiciones. Se estima que entre 250 y 300 empleados pueden atender a este segmento de consumidores. El tercer grupo está formado por sistemas entre 3.000 y 10.000 clientes. Son redes muy antiguas, en malas condiciones, con altas pérdidas de energía y que ofrecen un servicio de mala calidad.
Con 250 y 300 personas se puede cubrir las necesidades de este grupo de clientes de la estatal eléctrica. Según el Banco Mundial, “la ENEE necesita reconstruir estas redes, pero no cuenta con los medios financieros para hacerlo”.
Los recursos necesarios serán aportados por el nuevo socio inversionista que resulte ganador del concurso que lidera banco Ficohsa.
Los US$450 millones que deberá invertir la empresa que gane el concurso será para atender los tres grupos de consumidores.