Con el precio actual de los inmuebles y las condiciones hasta ahora imperantes por el lado de la oferta, muchas familias quedan fuera del mercado.
Cambiar de casa no es la única manera en que las familias pueden mejorar sus condiciones de vivienda. Hoy en día, quienes no pueden comprar, debido a los altos precios, apuestan a la refacción. El aumento sostenido del poder de compra en los últimos años, el mayor acceso al crédito bancario y la escasa oferta de inmuebles para un importante sector de la población llevan a que las reformas y arreglos sean la opción elegida por los uruguayos a la hora de invertir en el hogar.
Durante el último año, el Banco Hipotecario (BHU) otorgó a sus clientes 3.500 créditos para la refacción de viviendas por hasta US$10 mil cada uno, un número superior a los 3.342 préstamos para la compra de inmuebles aprobados por las instituciones bancarias que operan en la plaza uruguaya. Con el precio actual de los inmuebles y las condiciones hasta ahora imperantes por el lado de la oferta, muchas familias quedan fuera del mercado.
“Falta material acorde al poder adquisitivo de los uruguayos”, dijo a El Observador la operadora inmobiliaria María del Socorro de Casatroja. “Los valores se dispararon y la gente ya no gasta el dinero como antes, ahora lo mira y lo piensa dos veces”, explicó.
En ese contexto, la mejora de la vivienda actual aparece como una alternativa viable. Según sostuvo el gerente de ventas de Barraca Uno, Daniel Osorio, la facturación total aumentó 18% en términos reales durante el último año. Sin embargo, el mayor crecimiento se registró en la venta de materiales de construcción al público, donde el aumento fue de 28%, muy por encima del desempeño de la economía y de la totalidad del consumo durante el mismo período.
Según datos de la Dirección General Impositiva (DGI), la totalidad del sector de las barracas y empresas que comercializan materiales para la construcción, registró un crecimiento de 22,6% en el volumen de ventas durante el último año. Señaló además que “el mayor poder adquisitivo de la población y el mayor acceso al crédito” se encuentran detrás de esa expansión.
Durante el año móvil finalizado en enero, los salarios aumentaron 14,3%, lo que implica un aumento del poder de compra de 5,8%.Esa mayor capacidad de consumo le da la posibilidad a las familias de concentrar parte de sus ingresos en el cuidado de la vivienda, independientemente del nivel social. Por eso, el gerente de administración de Cerámicas Castro, Camilo Neiro, dijo que la estrategia de expansión de la empresa se concentra en aumentar su presencia en zonas con distintos niveles de ingresos.
“Pensamos abrir nuevos locales que en vez de apuntar a los clientes de gran tamaño –como las empresas constructoras–, apunten a venderle más al público final, al vecino de barrio”, señaló. Sostuvo que en la semana de Carnaval, las ventas registraron un importante crecimiento debido a que “muchos aprovecharon para hacer alguna reforma” tanto en Montevideo como en casas de veraneo.
Al igual que la clase alta, los uruguayos de nivel socioeconómico medio se vieron beneficiados en los últimos años por un aumento de su capacidad de consumo. Sin embargo, a diferencia de los uruguayos de mayor poder adquisitivo, la clase media no logró beneficiarse del boom de la construcción que en Montevideo se concentró en la franja costera, la zona de más valor.
“Hoy, no hay oferta de viviendas nuevas al norte de avenida Italia”, dijo a El Observador el gerente general de la Asociación de Promotores Privados de la Construcción (Appcu), Aníbal Durán. Desde que el BHU abandonó el nicho de la construcción para los sectores de ingresos medios, con la crisis de 2002, nadie agarró la posta. La diferencia en el valor de un terreno en las zonas de mayor poder económico se ve ampliamente compensada por la diferencia de precios a la hora de vender cada unidad en un edificio.Entre una y otra opción, los inversores siempre se vuelcan hacia la más rentable.
Según la operadora De Casatroja, la escasez de oferta en el nivel medio y medio bajo de inmuebles lleva a que los precios estén sobrevaluados.Los costosQuien decide mejorar su vivienda, tampoco la tiene tan fácil.
La mayor demanda a nivel del mercado por insumos para la construcción les permitió a las empresas pasar a precios íntegramente el aumento de los costos durante el último año, debido al encarecimiento de las materias primas y de la mano de obra.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la conservación y reparación de la vivienda se encareció 14,5% durante el último año, con un aumento de 12,15% en los materiales y 17,6% en los servicios, muy por encima del alza de 8,6% en la canasta promedio de bienes y servicios.Según dijo el gerente general de Mr. Bricolage, Ferdinando Cuturi, “estamos pareciéndonos cada vez más al primer mundo”.
La mano de obra se encarece y hoy en día, “conseguir gente que haga las tareas menores no es barato”.Por eso en los últimos años, “la gente cada vez se anima más” a hacer pequeñas obras de reparación y mejora del inmueble por sí misma.
No todos se benefician de la mayor demanda. La empresa Enko se dedica al tratamiento de maderas para suelos y decoración de ventanas. Son productores y trabajan principalmente para empresas constructoras.
El boom de la construcción y el mayor poder de compra de los uruguayos no los benefició del mismo modo que a las barracas y a los establecimientos comerciales.Según dijo a El Observador el director de la empresa, Enrique Kogan, la competencia desde el exterior dificulta la producción a nivel local.
La baja de precios de los artículos importados debido a que el dólar bajó más en Uruguay que en los principales competidores, y el aumento de los costos vinculados con la mano de obra y los insumos, recorta los márgenes de ganancia. “La única manera de competir es reducir la calidad del producto, pero como no estamos dispuestos a eso, perdemos mercados”, dijo Kogan. La apuesta de la empresa es a diversificar. “Así podemos mantener la facturación”, agregó.